Para denunciar la presunta corrupción y los negociados que rodean la elección de Qatar como sede del Mundial de fútbol 2022, el artista ruso Andrei Molodkin creó “La copa más sucia”, una réplica de la Copa del Mundo manchada con petróleo de origen qatarí.
La obra es una reproducción del trofeo oficial, que fue diseñado en 1971 por el escultor italiano Silvio Gazzaniga, pero cubierta con petróleo qatarí en reemplazo de la mítica capa de oro.
Molodkin, residente en Francia desde hace más de veinte años, explicó el simbolismo que encierra su idea como el ícono de una victoria vacía, porque "la única victoria que entienden las petrocracias es la de la sangre y el petróleo".
La revista internacional de fútbol Líbero creó una portada con la copa y contaron que la idea surgió cuando decidieron dedicar la edición a los mundiales más sucios de la FIFA. Por eso, acudieron a Molodkin, conocido en todo el mundo por sus obras de arte de denuncia social realizadas con materiales reales como sangre o petróleo.
El artista, quien trabajó inspirado en el encargo de la revista Líbero —de la que forma parte el exfutbolista argentino Jorge Valdano—, se propuso crear una obra de arte que denunciase el secuestro del Mundial por parte de los poderes del petróleo a través de sobornos a sus dirigentes, algo que reveló el FBI en 2015 durante una investigación que se saldó con la detención de la mayor parte de los 24 ejecutivos de la FIFA que eligieron a Rusia y a Qatar en 2010 para los mundiales de 2018 y 2022.
La investigación, que en aquel momento estuvo liderada por la fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch, sostiene que el pago de sobornos fue de 150 millones de dólares y, en alusión a esa cifra, Molodkin le puso a su obra el mismo valor para que sea ofrecida en la plataforma de arte online Apolitical, según lo informado por el diario La Razón de España.
La obra está fabricada con cristal acrílico, cera y petróleo procedente de Qatar, esto fue certificado por el Institut Français du Pétrole (Instituto Francés del Petróleo), una institución con la que colabora el artista.
Además, una ilustración de la escultura es la portada de la edición de la revista Líbero dedicada a los mundiales más sucios de la historia.
Molodkin es reconocido por su obra crítica contra el capitalismo a través de instalaciones conceptuales de técnica mixta y el uso de petróleo en sus piezas.
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