Otros 2 niños contaron cómo un profesor abusó de ellos

En una nueva audiencia del juicio contra Juan Manuel Chaves, el profesor acusado de abusar de sus alumnos en el colegio San Buenaventura de Villa Mercedes, proyectaron los videos de las audiencias de Cámara Gesell hechas a dos de las víctimas, una nena y un nene. Lo que contaron los pequeños en esas audiencias, hechas entre finales de 2017 y principios de 2018, coincidía con lo que narraron los otros estudiantes. Dijeron que el imputado abusaba de ellos cada miércoles, cuando tenían clase de Música con él.

La niña relató que en un principio el profesor era bueno, pero que luego "se puso malo". Esa transición sucedió después de cuatro o cinco clases. "Decía que si no hacíamos lo que él decía nos iba a mandar a Dirección", recordó la criatura.

"Los chicos volvieron a contextualizar que los abusos se dieron en medio del juego de 'El gato y el ratón'", dijo Micaela Eguinoa, la abogada de la familia de una de las víctimas. En tal juego, Chaves ponía música, la canción de "El niño caníbal", y cuando la música se detenía, todos los pequeños tenían que arrojarse al suelo y taparse los ojos.

"Una de las niñas contaba que le hacía tapar los ojos y mirar contra la pared, pero ella no lo hacía, pispeaba un poco y así vio cómo" manoseaba y abusaba de sus otros compañeros, detalló la letrada.

La chiquita que declaró era prima de otro de los alumnos, que era como la mano derecha del profesor. Ese nene, según dijo la abogada, tiene grandes trastornos hoy. Una de sus tareas como ayudante del acusado era elegir quiénes serían sus víctimas en el juego de "El gato y el ratón".

"Ese nene le decía a su primita 'yo nunca te voy a elegir a vos' y '¿por qué?' le preguntaba ella. 'Porque los primos se cuidan entre sí y nunca se hacen daño'. Eso quiere decir que con seis años ya empezaban a entender que lo que hacía el profesor hacía daño", explicó.

El segundo video que proyectaron de Cámara Gesell fue el de un alumno. "Ese nene engordó quince kilos después de lo que vivió, de la ansiedad, de sentirse mal y llorar tanto", dijo la abogada.

La víctima relató que Chaves solía tocarlos "en la parte donde nos sentamos".

Los defensores del profesor luego le consultaron a una de las psicólogas si eso, tocarle la cola a alguien, podía ser considerado un abuso y la especialista les contestó que "el abuso sexual tiene que ver con toda la genitalidad y eso no es solo el pene o la vagina, sino también la cola".

Redacción/MGE