Daniel Valdés
Periodista
Un golpe de efecto que en el barrio le decimos: "Sin vergüenza"
Lamentable. Fue un golpe de efecto que los dejó expuestos ante los ojos del mundo. Tal vez querían eso estos miembros de la sanidad de Brasil, que se metieron al campo de juego e interrumpieron el partido a los cuatro minutos. La idea era llevarse a los cuatro jugadores argentinos que militan en la Premier League. ¿No hubiese sido más fácil ir a buscarlos al aeropuerto cuando llegó el plantel? Y ahí se terminaba todo. Pero no: quisieron llamar la atención. Si hasta con el barbijo mal puesto ingresaron. Era tanta la necesidad de hacerse ver que no se percataron de ese detalle.
Se habló de que Argentina faltó a la verdad en las declaraciones juradas y un montón de cosas más, que se solucionaban en el aeropuerto o en su defecto en el hotel, pero no cuando el partido ya se estaba disputando. Si hasta los mismos jugadores de Brasil querían jugar.
Un verdadero papelón que se podría haber solucionado sin tanto escándalo. Era cuestión de anticiparse al problema. Tuvieron tres días para buscarle una salida elegante y encontraron la peor: esperar que comience el partido para interrumpirlo.
Ojalá esto no quede así. Brasil hace tiempo que viene teniendo destrato con los equipos que van a jugar allá. Pasó en la Libertadores y en la Sudamericana; ahora fue el turno de las Eliminatorias.
Y los hombres que deben cuidar el estatus sanitario entraron con el barbijo mal puesto y si es que la Selección violó las reglas, le permitieron estar tres días. Hicieron todo mal y el mundo los vio. Papelón.
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