La escuela "Newbery" diseña una cocina solar con materiales reciclados

Estadísticas, energías renovables y gastronomía. Todo eso mezcla el proyecto que realizan los alumnos del cuarto agrupamiento de la escuela generativa “Jorge Newbery”. Los chicos aplican lo que aprendieron durante todo el año para construir una cocina solar con elementos reciclables y tener una forma más ambiental y económica de hacer alimentos.

El trabajo es una propuesta del profesor Alejandro Moya, quien dicta Matemáticas y quiso que los conceptos no quedaran en simples números o gráficos escritos en el pizarrón. “Estamos viendo los principios de una parábola y quisimos llevarlos a algo más tangible, que ellos puedan ver y que se den cuenta de que estos conocimientos se usan más de lo que ellos pueden imaginar”, contó.

Entonces, después de haber repasado la teoría, se pusieron manos a la obra para realizar el diseño. “Hicimos todos los cálculos, dibujamos las curvas y las cortamos. La cocina está formada por dieciocho gajos, entonces cada alumno se encargó de hacer uno y a todos les tenía que salir igual”, detalló.

El artefacto funciona a través de una parábola que hace que los rayos del sol recaigan en un solo punto focal. En ese lugar exacto es donde se coloca un soporte para asentar la olla, sartén o cualquier otro utensilio que se utilice para la cocción.

"No compramos nada, usamos productos que se podían reciclar. Entonces la estructura es de cartón, pero después la vamos a revestir con papel aluminio, que es un material refractario”, adelantó. Es que seguirán realizando el armado durante las semanas que quedan del ciclo lectivo. Y una vez que tengan terminado el dispositivo, lo pondrán a prueba en el colegio. Aunque todavía no eligieron qué van a cocinar, Moya dijo que seguramente será algo sencillo como un huevo o un bife, para poder evaluar la temperatura que alcanza la parábola y cuánto tiempo demoran las preparaciones.

“Todavía no está definido, pero queremos darle una utilidad a este artefacto. Porque es una buena forma de calentar agua, por ejemplo, sin contaminar y que no haya riesgos de hacer un incendio con el fuego”, reveló el docente.

Los chicos de cuarto no son los únicos del establecimiento que trabajan con energías renovables. Los del quinto agrupamiento preparan un deshidratador solar, que sirve para secar y conservar alimentos sin quitarles las propiedades nutritivas. Cuando esté listo, lo probarán junto a la cocina.

No es casualidad que los alumnos realicen este tipo de actividades, sino que las escuelas generativas se caracterizan por perseguir la enseñanza a través de la acción.