Denunció que lo golpearon en la comisaría de Nueva Galia
Dijo que pensó que le habían fracturado el cráneo porque segregó líquido de un oído, del que ahora no escucha.
Mauricio Jesús Ortiz no pensaba denunciar lo que, según ha referido, le hicieron dos policías de la Comisaría 20ª de Nueva Galia. Fundamentalmente porque los efectivos que lo atacaron lo amenazaron, dijo. Pero después de 11 días, y alentado por su pareja, viajó desde la localidad del sur a Villa Mercedes y denunció a estos agentes de Nueva Galia. En la Fiscalía 3 de Villa Mercedes contó que el jueves 14 de octubre fue arrestado por dos efectivos por transportar postes en su camioneta. Aseguró que le dieron trompadas y patadas, que lo desnudaron y que así lo mantuvieron durante 24 horas, en calzoncillos y sin dormir, sin darle aviso a un familiar o conocido de que había sido detenido, hasta el día siguiente, cuando le permitieron volver a su casa.
De hecho, los días siguientes fueron terribles, porque pensó que las patadas que recibió le habían hundido el cráneo y perforado una parte del cerebro, expresó el hombre. "Tengo un tímpano roto. Estuve perdiendo líquido del oído, pensando que tenía una rotura en la cabeza", manifestó.
Contó que comenzó a segregar ese líquido en la oreja izquierda tres días después de la paliza, el domingo 17. Viajó hasta Villa Mercedes y se hizo atender en el Policlínico Regional. "Me vio una doctora, me hicieron una tomografía computada para descartar una fractura de cráneo. Salió todo bien y me derivaron a un otorrinolaringólogo", relató. Aclaró que aún no consigue turno para hacerse revisar con el especialista, pero espera ver al médico cuanto antes, porque perdió la audición en ese oído.
Ortiz es empleado rural en un campo de Nueva Galia. Denunció que el jueves en cuestión, alrededor de las 19, cuando viajaba en su Ford F100 por ruta 188, a dos kilómetros de llegar a su localidad, los policías le ordenaron que se detuviera, en un control policial. "Yo llevaba cinco postes, por mi trabajo, y me dijeron que pasara por la comisaría, porque no podía llevar los palos en la chata", narró.
"Fui a la comisaría para que me hicieran el acta, pero cuando llegué, no sé, me desconocieron", relató. Dijo que los efectivos lo llevaron a un centro médico para constatar que no tenía lesiones y que luego regresaron a la dependencia. Ahí empezó la paliza. "Me golpearon, me dieron trompadas, me patearon cuando estaba en el piso, me dieron una patada en la cabeza. Me dejaron la cara morada", aseguró.
"Lo desnudaron y no lo dejaron dormir en toda la noche que lo tuvieron en el calabozo, porque le decían que si se dormía lo iban a c... a palos", acotó la pareja de Ortiz, quien no quiso dar su nombre.
El Diario llamó al jefe de la Comisaría de Nueva Galia, el comisario inspector Claudio Quiroga, y al subjefe de la Unidad Regional IV, el comisario mayor Gustavo Ramírez, pero respondieron que ellos no estaban autorizados a hablar con la prensa por ninguna causa, pues solo Relaciones Policiales puede hacerlo. Ramírez dijo que los voceros de la Policía estaban informados sobre lo que denunció Ortiz, pero cuando este medio se comunicó con Relaciones Policiales, desde esa asesoría respondieron que no estaban al tanto del caso.


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