Debiera bastar la piedad cristiana para que la Iglesia se pronunciara públicamente por la tragedia que ocurrió el lunes pasado, en la localidad de Unión, donde cuatro obreros murieron electrocutados. Además, el accidente laboral se produjo en la obra de refacción de la iglesia “María Auxiliadora”, un templo de la comunidad católica. Ese es otro motivo por el que era esperable que el Obispado de San Luis emitiera una manifestación de condolencia, de cristiano acompañamiento a las familias de las víctimas.
Pero nada parecido ocurrió, no hubo un pronunciamiento explícito de ningún tipo de la curia puntana. Incluso cuando este medio intentó obtener la palabra de la Iglesia a través de quienes suelen oficiar de voceros, no fue posible obtener ni una comunicación en nombre de monseñor Pedro Daniel Martínez.
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