El frío no frenó a los estudiantes, docentes y vecinos de Santa Martina

Santa Martina es un paraje ubicado a unos ocho kilómetros de Concarán por la ruta 6, rumbo a Cortaderas. Ahí, como en varios lugares del país, se vio el partido de la Selección Argentina con Islandia.

El Diario de la República fue la escuela 317 "Eleodoro F. Vila", y compartió con 27 alumnos (faltaron 3) y sus papás la alegría de poder ver un partido del Mundial de Rusia con un proyector, un equipo de audio y la señal de DirecTV provistos por el Gobierno de la Provincia.

El intenso frío y la fuerte helada de la noche anterior no impidieron que desde muy temprano fueran apareciendo los niños que venían en el transporte escolar, mientras otros llegaban con sus padres.

Rápidamente se fueron organizando. Se habilitó el SUM y se encendieron los calefactores, mientras los padres y docentes preparaban una suculenta picada de fiambres caseros, el mate, café y tortas fritas. Después las empanadas fueron el menú que niños y adultos saborearon mientras Messi y compañía hacían de las suyas en la lejana Rusia. El primer grito fue a los 19 minutos del primer tiempo cuando Agüero puso el 1 a 0, ahí salió a relucir el fanatismo criollo que se apagó un poco a los 23 cuando Finnbogason igualó el marcador. El penal errado por Messi trajo un poco de tristeza en el grupo que alentaba sin parar y que festejó el empate al final del partido. El primer paso estaba dado. El Mundial de Rusia había comenzado para estos habitantes ávidos de vivir un momento de felicidad en su propia escuela.

"Se cumplió la promesa del gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, que prometió que todos los parajes tendrían acceso a que los alumnos, padres y docentes pudiéramos ver el Mundial en nuestras respectivas escuelas", señaló satisfecha la directora de la escuela, Elizabeth Ángela Rojo.

También adelantó que tienen varios proyectos educativos y sociales que pronto pondrán en marcha. La docente, que lleva más de 20 años en el cargo, señaló que para la escuela y los vecinos del paraje era una gran alegría haber hecho realidad un sueño postergado por mucho tiempo y no escatimó en elogios para su cuerpo de docentes: "Dolores Preve, María del Valle Márquez, Maximiliano Adre, Roxana Piombo, Damián Filip, Nadia Guardia de Santa Rosa, en la secundaria, Lino Quiroga y yo en la primaria".