Discretos talentos: Juan Bentivegna

Con su andar tranquilo,  Juan Luis Bentivegna tomó un vaso, sirvió un poco de gaseosa y se sentó con las piernas cruzadas. El guitarrista de 48 años tuvo un primer contacto con la música a sus seis años cuando tomó la trompeta de su papá y la hizo sonar sin problemas, pese a la dificultad del instrumento.

Su padre lo convenció poco a poco y al tiempo Juan ya tenía su propia trompeta. “Empecé a tocar cosas que él me escribía porque yo me negaba a la partitura, toqué la trompeta en varios actos del colegió y demás”, expresó el artista y aseguró que aún recuerda las notas de aquel instrumento.

Su vida musical estaba por dar un cambio rotundo, cuando con apenas doce años apareció “Kiss” en la vida del pequeño. Ese detonante en su vida se manifestó dejando de lado los vientos y el turno de convencer a su padre para que le comprara una guitarra eléctrica.  “Imagínate lo que no era saber nada, pensé que se enchufaba a la pared. Menos mal que no lo hice”, bromeó con su característica tranquilidad.

El talento musical de Bentivegna no se hizo esperar y sus primeros pasos con su guitarra fueron con canciones de oído, hasta que su padre le sugirió que estudiara y comenzó su formación con el profesor  Juan Lucero y una guitarra criolla. Hasta ese momento Juan esquivaba las partituras y él sostuvo que su forma de aprender hasta el momento era de oído.

Con casi un año y medio de formación, un Juan quinceañero caminaba por la calle y conoció al legendario líder de “La banda del sargento Pepe” y su ingreso a la banda era inminente. “La banda…” logró ser un semillero de los grandes talentos de la provincia, y Bentivegna no se quedó atrás.

Fue también en un encuentro casual que su amigo Guillermo Anzulovich que se enteró de una nueva carrera que estaba por comenzar en la Universidad Nacional de San Luis y a los 25 años Bentivegna comenzó a estudiar producción musical, carrera que finalizó a los cuatro años. “La carrera fue muy buena en la armonía, siempre estuve a oscuras y ahí aprendí a ponerle nombre a las notas que yo sabía”, agregó.

Junto a su primo Javier Bentivegna, baterista de “La nona”, y el músico Víctor Acuña formaron un trío y luego una larga lista ennumera las bandas donde Juan participó. “La resistencia”, “La Beethoven band”, “Cantana”, “Por donde no pasa el tren” y también tocó junto a el baterista “Black” Amaya.

Influenciado primeramente por el jazz, a causa de sus inicios con la trompeta,  para luego  escuchar “Kiss”, y “Riff”, Juan descubrió “Serú Giran” y una lista de nacionales que se convirtieron en las grandes influencias del artista: Fito Páez, Miguel Mateos, Luis Alberto Spinetta, Andrés Calamaro, Alejandro Lerner y Lito Vitale.

“El folclore también fue muy importante en mi vida. Otra fuente inagotable para mí es la música en inglés de todas las décadas pero sobre todo de los ochenta”, agregó Juan que se considera fanático de “The Beatles”, pero asegura que la llegada del cuarteto de Liverpool fue tiempo después aunque no tardó en enamorarse de ellos.

El artista ejerció la docencia desde muy temprana edad y para él comenzar en la Escuela de Bellas Artes fue fundamental. También fue becado por tres años consecutivos en el programa "Becas Arte Siglo XXI".

Luego de un rápido repaso por su vida, Bentivegna entró a una pieza donde guarda sus instrumentos, se sentó en un teclado y empezó a tocar a la perfección “Seguir viviendo sin tu amor” de Luis Alberto Spinetta.  “Toco un poquito el piano pero no te puedo decir que soy pianista”, cerró el artista, donde dejó en claro que el camino andado es solo una anécdota frente a la simpleza de tanto talento.