Los fieles reafirmaron su fe en la Virgen de la Cobrera

Cada sábado y en especial los primeros de cada mes, los fieles se acercan a la figura de la Virgen de la Cobrera, en un predio privado en Paso del Rey, a unos 10 kilómetros de El Trapiche. Ayer (sábado)  no fue la excepción. Mientras una comisión de la Iglesia Católica inició una investigación para determinar la autenticidad de la aparición divulgada por el misionero Miguel Ángel Escudero, ocurrida en 1994, los feligreses se acercaron para pedirle, prometerle y agradecerle a la Virgen puntana. Los creyentes mostraron indiferencia ante el análisis del obispado y reafirmaron su fe en el santuario.

Ubicada en una quebrada, donde las cabras y caballos pastan, se llega a la figura, de un metro y treinta centímetros, por un camino de piedra y arbustos que queda en bajada. El predio, de no más de una hectárea, está enrejado. Las banderas argentinas, de la provincia y el Vaticano flamean en la entrada. 

Enrique Escudero fue uno de los primeros creyentes que se acercó ayer al lugar. A las 16.30, el joven de unos 30 años, posado tras la reja posterior a la estatua, se mostró algo molesto por la investigación comunicada por el obispo Pedro Daniel Martínez pero cree que es entendible. “Tiene que ver con la creencias de la gente. Vienen de La Carolina, Paso del Rey y alrededores”, afirmó.

La devoción se hace palpable sin siquiera hablar con los fieles. En los pilares de la estatua, se pueden ver chapas de color cobre, dorado y gris en la que las familias agradecen por los favores concedidos. Otra forma de ofrenda está en bancos, de chapa, fierro y madera, que desperdigados, anteceden a la imagen. Algunos más elaborados y hasta tallados con las palabras “Gracias Virgen María de la Cobrera”, datan de 2017. El fervor ha crecido en los últimos años. Frascos y jarrones albergan flores. Algunas tienen apenas días de colocadas. Por último, a unos metros a la izquierda, el único árbol del lugar tiene colgado carteles de madera con los mismos agradecimientos.

A las 5 de la tarde, el sol golpeaba como en los últimos días y una brisa aliviaba a los presentes. Una familia, conformada por dos parejas adultas, dos niños y dos ancianas se acercó a la figura. Eran los Salazar Giuglini. Ellos iban a agradecerle a la Virgen. Martín Salazar, de bermudas y gorra se acercó a la figura. Descubrió su cabeza y apoyó sus manos en uno de los bancos. Rezó, entrecerrando los ojos. “Luego de que la visito siento una tranquilidad inmensa. Paz”, dijo en tono relajado, sentado en una de las bancas donadas. “Viene mucha gente. Hay sábados donde suele haber colas en la subida. Si le sirve a la gente, que sé yo. Hay mucha fe, por algo debe ser”, opinó sobre la investigación.

Su mujer Vanesa Giuglini cree en la aparición, con sobrados ejemplos. “A una compañera de mi marido le habían detectado cáncer. Él subió una foto a Instagram y le preguntó qué 'virgencita' era. Le dijo que era la Virgen de la Cobrera. Ella enferma vino a pedirle y la sanó. Se fue a Mendoza y le dijeron que no era casi nada, que eran nódulos. Acá le habían diagnosticado cáncer. Ella prometió hacerles unos banquitos”, recordó la mujer, que junto a su marido van periódicamente desde hace cuatro meses.

“Ha curado a mi mamá. Le pedí que iluminara al doctor para que no sea grave y ahora está acá, sabiendo que antes estaba en cama. Andaba mal del corazón. Ahora la traigo a la virgen. Más milagro no puedo pedir”, describió Giuglini. “Vine a darle gracias. La primera vez que vine no podía bajar. Ahora ando perfecto”, dijo emocionada Norma Maidana, la madre de Vanesa. Más arriba, en un andador, su hermana Teresa rezaba. Ahora la familia pedía por la recuperación de ella.

A las 17:40 la gente se seguía acercando. Entre ellos, un grupo de 11 ciclistas, que habían decidido bautizarse “Equipo de La Cobrera”. La parada obligatoria de ellos, tras 4 kilómetros de recorrido, era la Virgen. “Es cuestión de fe. Va más allá de lo que cualquiera diga”, reflexionó Ricardo Quevedo, uno de los integrantes del grupo. El próximo sábado el lugar se llenará de fieles, que rezarán el rosario. Aún no se ofician misas, ya que la investigación continúa.

La aparición

Miguel Ángel Escudero, ex jefe de la Policía de San Luis y misionero aseguró que se le apareció la Virgen el 3 de setiembre de 1994, en su casa ubicada en Caseros 39, en el barrio Policial de la capital.

Según Escudero, la imagen vino a él en sueños, con una misión especial. Daba mensajes cortos, en los que ordenaba la construcción de una estatua de un metro treinta, que debían ubicar en un lugar elegido por la Virgen. Por 15 años, junto su a esposa, mantuvieron la aparición en secreto.

Luego la familia de Cristina Juárez, les cedió una hectárea de su terreno en Paso del Rey, a unos 63 kilómetros de la capital. Allí emplazaron la figura, que con el tiempo sumó miles de fieles. El primer sábado de setiembre de cada año se estableció la procesión, coincidiendo con la fecha de la primera aparición.

El viernes, el Obispo Pedro Daniel Martínez publicó una carta en la que comunicó que se investigaría la veracidad de la aparición.  La historia de la Virgen de la Cobrera dará su paso más importante este 2018.