Resurge la polémica por los alquileres con niños y mascotas

Una de las actividades que va a la par del inicio de un nuevo año, es la aparición de inquilinos que se embarcan en la misión de encontrar un nuevo hogar para vivir, reanudándose así la vieja polémica entre los defensores y detractores de los contratos que ponen como condición, la exclusión de chicos pequeños y mascotas, dos variables que hacen difícil alquilar principalmente un departamento.

 Según explicó Walter Godoy, empleado de la inmobiliaria Quiroga, en su caso sólo tienen restricción para animales en departamentos, siguiendo el régimen de propiedad horizontal.

"Por ejemplo, si el vecino de al lado tiene un perro que ladra, no deja dormir al prójimo. En nuestro caso particularmente, los clientes que tienen mascota directamente nos preguntan por casas", sostuvo Godoy, quien agregó que actualmente una estándar ronda aproximadamente los 5 mil pesos mensuales, mientras que el dinero total para obtener la renta definitiva asciende a los 15 mil pesos entre depósito de garantía, comisión y pago del primer mes.

En cambio, dijo que la negación de alquilar con niños es inadecuado, una situación a la que calificó como "un acto discriminatorio". Aunque sí admitió que sería incorrecto que los inquilinos pretendan vivir, por ejemplo, con cinco menores en una propiedad de dos ambientes.

Consultada por El Diario de la República, Cristina Cheves, propietaria de 8 departamentos ubicados en el oeste del centro puntano, indicó que es partidaria de alquilar a los clientes que no tengan hijos o mascotas, debido a que el complejo tiene espacios reducidos en los que debe primar la armonía para que sea posible la convivencia entre los distintos vecinos que habitan allí.

"Particularmente los perros te destrozan todo y justo en este momento estoy en un conflicto con un inquilino porque venían los sobrinos, ya que los padres trabajan y los cuidaba una chica pero se la pasaban en el pasillo. Los demás inquilinos protestaban porque algunos estudian o trabajan de noche", sostuvo la mujer, quien reconoció que desistió de ser permisiva para tener animales en el complejo habitacional, ante los reiterados inconvenientes y estropicios que causan a los demás y a la propiedad.

Además, el presidente del Colegio de Martilleros y Corredores de la provincia, Fernando Olcese,  afirmó que la exclusión o inclusión de niños y animales, es una decisión personal de los poseedores de los inmuebles, que en última instancia son los que eligen orientar la explotación de su patrimonio a partir de su relación con determinado público.

"La inmobiliaria no le puede exigir a un propietario lo que tiene que hacer o no, sí sugerirle pero no imponérselo. De todas maneras en el caso de las mascotas es por cuestiones de higiene y convivencia, siempre en edificios y en relación a negar el  alquiler a gente con criaturas, es una locura. Es un tema complejo y bajo ningún punto de vista diría que se trata de discriminación, son condiciones que ponen los dueños que dicen lo que no quieren, aunque creo que debería ser al revés. En una época tuve clientes que solicitaron esa condición y personalmente me pareció un absurdo y es algo que no acepto en lo absoluto", aseguró Olcese, quien agregó que para lograr la convivencia en orden en, por ejemplo, complejos de varios departamentos, siempre acuden a la conformación de un reglamento interno que generalmente tiene como pautas no hacer ruidos molestos luego de determinada hora por la noche, mantener la puerta de calle cerrada con llave las 24 horas, no alojar animales ni colocar macetas en los balcones, entre otras.

Situación irregular

Olcese -quien además es dueño de una inmobiliaria- dijo que a partir de este año comenzarán a exigir a las casas de alquiler de inmuebles que cuenten con el respaldo legal de la firma de martilleros matriculados. De las 120 que existen en la provincia, sólo 30 cumplen con esa formalidad.