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Este año adoptaron doce niños que estaban en Familia Solidaria

Por redacción
| 14 de agosto de 2016

El Subprograma Familia Solidaria es la dependencia del Estado provincial que se encarga de recepcionar a todos los niños, niñas y adolescentes que por algún motivo fueron separados de sus padres y deben, de manera transitoria, permanecer allí hasta que la Justicia resuelva.

 


Una de las posibilidades es que sean declarados en adopción, pero para llegar a ese punto antes se debe intentar la revinculación con sus padres. Si no es posible, se debe tratar la incorporación a la familia extendida (abuelos, tíos, primos) y si no se logra, entonces sí declarar la adoptabilidad y darle inmediata intervención al Juzgado de Familia donde se tramita el caso.

 


La jefa del subprograma, Andrea Lucero Gitto, confirmó que desde que asumió el cargo, “pasaron a proceso de adopción 12 niños, otros 10 casos aún están pendientes de resolución judicial, 28 pudieron regresar con su familia de origen y otros 9 están transitando el camino del retorno al seno familiar”.

 


La funcionaria explicó que con la aplicación del nuevo Código Civil “se incorporó la figura del 'referente afectivo', que es aquella persona que toma a su cargo al niño o adolescente mientras se resuelve la cuestión judicial, para que regrese a su seno familiar o se lo declare en situación de adopción. Esta persona puede ser alguien de su entorno familiar o bien una familia solidaria”. 

 


Lucero Gitto contó que cuando asumió “había muchos niños que hacía años que estaban con una familia solidaria porque no se había resuelto la causa judicial. Esto creó un fuerte vínculo entre ambas partes y así se constituyeron en sus 'referentes afectivos'. Entonces, al pedir ante el Juzgado de Familia que se resuelvan esos casos, hicimos mención a esa figura del Código porque con estas personas habían logrado sus mayores vínculos afectivos y habían alcanzado una relación parental”. 

 


También comentó que “excepcionalmente alguna de estas familias solidarias también fueron adoptantes debido al tiempo que transcurrieron a cargo de un niño”. Pero aclaró que “legalmente la relación con una familia solidaria siempre es de carácter transitorio por seis meses que puede prorrogarse por otros seis, en caso de ser necesario”. Aunque destacó que “esto siempre se analiza según la complejidad de cada caso porque algunos se resuelven en un año pero otros llevan más tiempo”.

 

Búsqueda. Lucero Gitto quiere incorporar más grupos familiares. 

Cómo es el proceso

 


Mientras el niño está dentro del subprograma, se busca la forma de reconstruir el vínculo con sus padres. Si no fuera posible, se intenta que algún integrante de su familia extendida (abuelos, tíos o primos) pueda hacerse cargo. En caso de que tampoco se pudiera, y luego de haber agotado los plazos de ley, entonces se declara que esa persona está en condiciones de ser adoptada y se le informa inmediatamente al Juzgado que interviene en esa causa. “El juez es quien informa al Registro Único de Adoptantes (RUA) para que busquen una familia, que será una distinta a la familia solidaria”, aclaró Lucero Gitto.

 


Cuando el niño es un recién nacido el equipo del subprograma tiene un plazo de 45 días para trabajar en el arrepentimiento de la madre. Si no hubo éxito, hay 180 días más para lograr que sea incorporado por la 'familia extensa' y si tampoco se logra, recién ahí se lo declara en adopción.

 


Este año el Ministerio de Desarrollo Social realizó un llamado para integrar a nuevas personas a Familia Solidaria porque según dijo la funcionaria, “la demanda de casos de chicos en situación de vulnerabilidad aumentó y por eso necesitábamos más hogares de tránsito. Tanto que esta semana estamos lanzando un nuevo llamado a través de otra campaña de difusión”, anunció. Y reiteró que “la gente no debe confundirse, una familia solidaria no es una familia adoptante, por eso siempre hacemos hincapié en que es de tránsito porque en esa relación se ponen en juego muchos sentimientos. Por eso trabajamos psicológicamente con ellos, para que sepan que ese chico estará un tiempo y luego volverá a su familia o será adoptado por otra persona. Y en caso de que una pareja quiera ser adoptante debe inscribirse en el RUA, no acá”.

 


También explicó que una familia solidaria puede pasar a ser una adoptante, pero no de los chicos que tuvo a su cargo de manera transitoria. Pueden dejar el subprograma, inscribirse en el registro y adoptar a un niño que nunca hayan tenido a su cargo.

 


La jefa del subprograma indicó que cuando hacen las entrevistas  con las futuras familias solidarias, “se les recalca el tema de la transitoriedad porque a veces el hecho de que una familia pretenda adoptar al chico que le asignaron, puede ser un inconveniente para que retome la vinculación con sus padres biológicos y concrete así su regreso. Porque el derecho primordial que tiene todo niño es estar en su seno familiar”.

 



Ser Familia Solidaria

 


El proceso que debe cumplir una familia para ser parte del subprograma comienza con una charla donde se les explica en detalle cómo funciona el sistema, luego deben cumplimentar cinco entrevistas: tres psicológicas basadas en distintos test de personalidad, una socio ambiental para conocer el lugar y la forma en que viven, que se realiza sin previo aviso, porque para conocer la realidad que transitan los postulantes se utiliza el factor sorpresa.

 


Luego continúa con una entrevista colateral que consiste en conocer cómo es su desempeño como tutores de sus hijos y se habla con los vecinos para saber qué referencias tienen de ese grupo familiar. Sobre la documentación que se le pide, Lucero Gitto dijo que “lo más importante es el certificado de antecedentes penales tanto de la persona que se inscribe como de todo el núcleo familiar, porque tenemos que asegurarnos que en el lugar donde vamos a incorporar a ese niño, no correrá ningún tipo de riesgo”.

 


En cuanto a la ayuda económica que ofrece el subprograma, la funcionaria aclaró que “se le brinda primero a las que nos llegan por oficio judicial. Por ejemplo, cuando se le da ha dado la tenencia a alguna abuela de sus tres nietos, allí se le asigna un subsidio pero por un tiempo determinado. Porque la ayuda no es sólo económica sino que incluye un psicólogo que los ayuda a utilizar sus recursos internos y así puedan buscar otros medios de ayuda. También los asesoramos para que tramiten la Asignación Universal por Hijo (AUH) o las pensiones por discapacidad. Esto se llama fortalecimiento de la familia extensa. Y en el caso de la familia pura, es decir cuando el chico pasa de manera transitoria a una familia solidaria, la ayuda económica se da hasta que resuelva la Justicia”. 

 


Al cuidado de Familia Solidaria pueden ingresar niños, niñas y adolescentes de hasta los 18 años; y para aquellos que tengan alguna discapacidad es sin límite de edad. También los adultos mayores a partir de los 63 años y personas con problemas de salud mental que hayan sido diagnosticadas por personal de la Escuela de Salud Mental. Para estas últimas, las familias deben tener una capacitación que las confirme como especializadas para su cuidado. 

 


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