María Celeste Domínguez dice que no encuentra un punto exacto donde comenzó su amor por la literatura. Sin embargo, la escritora, que además es una apasionada del teatro, hoy presentará “El planeta inmóvil”, una obra con la que obtuvo el primer puesto en el concurso “San Luis Libro te publica tu primer libro”, en el género lírico.
Además del acto formal que implica la presentación de un libro, Celeste adelantó que habrá un segmento artístico. “Tengo el placer de que haga la introducción Alejo Sosa, un gran maestro de teatro y uno de los pilares en mi formación artística”, comentó, y agregó que también recitará fragmentos del libro con interpretaciones en danzas clásicas y contemporáneas de Laura Mora.
“No voy a leer pasajes del libro, sino que los voy a recitar, si la memoria no me falla, porque es un texto muy metafórico, muy lírico y cuesta hilar; y Laura le pondrá el cuerpo a esas palabras”, anticipó sobre el acto.
Si bien Celeste editó su primera novela “Arcadia” en 2013, el concurso de San Luis Libro exigía que el autor no tuviera libros editados en el mismo género en el que iba a participar. Como la escritora se presentó en la categoría lírica, que a su vez estaba dividido en poemas, poesías y prosa poética, pudo concursar.
“Era un género desconocido para mí, lo investigué a partir de las ganas de participar en el concurso y me mandé a escribir de una. Y tuve suerte”, manifestó.
Luego de una intensa búsqueda de géneros y de sus inalterables ganas de participar, surgió “El planeta inmóvil”. “En realidad es un poema escrito en prosa, por decirlo así. Si hay alguna historia, es complicada de entender. En cuanto al estilo, es una forma muy metafórica de expresarse”, definió la autora que se mostró esquiva a explicar y contar de qué se trata en sí su obra.
La escritora investigó definiciones y características del género, entre las que se especificaba que no tiene como fin narrar una historia, sino transmitir emociones, sentimientos y sensaciones. A partir de allí nació esta publicación, que es una cadena de metáforas intensas disparadoras de imágenes profundas y que requieren del lector un mayor esfuerzo en su lectura. “Fue un atrevimiento y un gran acto de audacia la de inventar mi propia prosa poética”, según dijo.
Celeste aseguró que descubre su estilo día a día, sobre todo en sus trabajos más recientes. Lo define como el estilo de pensar en un recorrido más emocional, por el que pretende hacer transitar al lector.
La autora nació en Pilar, provincia de Buenos Aires, y a los 16 se radicó en nuestra provincia. A esa edad de revolucionadas emociones, Celeste debió generar nuevas amistades y tener un nuevo rumbo académico.
Cuando pasó de la llanura a las sierras, se aferró al teatro que era algo en lo que había incursionado desde muy chica. “La gente de teatro tiene una sensibilidad distinta y una aceptación especial del otro. Entonces fui allí a buscar a mis amigos, que conservo hasta el día de hoy”, aseguró.
A pesar de tener múltiples actividades, Domínguez nunca abandonó el teatro, ya sea como actriz, dramaturga o iluminadora. “Siempre estuve dedicada a eso y también a la escritura, como algo paralelo”, afirmó.
Como si fuera poco, Domínguez tuvo tiempo de hacer una carrera universitaria y se recibió de diseñadora gráfica en la Universidad de San Luis. Pero eso es algo que ella misma define como "un trabajo formal".
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