Había venido a San Luis para “enfriarse”. En todo caso, para enfriar la vigilancia que la Policía mendocina mantenía sobre ella. Porque nadie descarta que se hubiera radicado en esta provincia con la idea de extender aquí los tentáculos de sus operaciones de narcotráfico. Le fue mal. La Policía puntana la ubicó en Juana Koslay y la detuvo. Ahora empezaron a juzgarla en Mendoza y puede enfriarse del todo en una cárcel. “La Yaqui”, Sandra Jaquelina Vargas, no es la única narco de Mendoza, donde las bandas que venden drogas mantienen una actividad frenética. Pero fue más allá que los otros y se hizo conocida en todo el país por amenazar de muerte a tres periodistas que husmeaban en su actividad ilegal.
El destino de “La Yaqui”, de 42 años, y de varios familiares suyos y miembros de su organización sigue ligado, de algún modo, a San Luis. El Tribunal Oral Federal Nº 2 que los juzga desde el lunes está integrado por la magistrado federal puntana Gretel Diamante, esposa del intendente de San Luis, Enrique Ponce.
Junto a la mujer sindicada como cabeza de la organización de narcotráfico están imputados su hija, Silvina Gelvez; su suegra, Nora Carmen Gatto; sus hermanas, Patricia Mercedes Vargas, Silvana Natalí Vargas y Romina Vargas; su hermano, Carlos Damián “Guatón” Vargas; y uno de sus sobrinos, Jonathan Daniel Vargas Brizuela, atrapado en San Luis en 2013.


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