Con la esperanza en la mirada, las manos juntas como rezando y con su compañera Noemí Godoy a su costado, Eduardo Peralta se aferra a una frase que no para de repetir: “Jugamos con un ángel de nuestro lado”. Y es que el hombre de 59 años está a punto de “volver a nacer”. Dentro de diez días recibirá un trasplante de médula ósea y la donante será su hermana Silvia. Quien es cinco años menor tiene un factor de células madres similar al de su hermano, lo que puede salvarle la vida.
A Eduardo le detectaron en marzo del año pasado. Esta enfermedad no permite que la médula ósea funcione correctamente “y eso hace que no genere células madres, glóbulos rojos o blancos”, explicó.
Los Peralta se toparon con esta mala jugada del destino gracias a uno de los chequeos de rutina que Eduardo se hace cada seis meses, a causa de la diabetes emotiva que lo afecta desde 2007, tras el fallecimiento de su hijo Carlos.
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