SAN LUIS - Domingo 19 de Mayo de 2024

SAN LUIS - Domingo 19 de Mayo de 2024

EN VIVO

Encontraron sin vida a Gilda Mercau

Por redacción
| 21 de diciembre de 2016
Foto: Canal 13

No había ninguna marca de derrape o frenada en el pavimento ni en la banquina, en el lugar donde el auto de la maestra Gilda Luisa Mercau, a quien buscaban desde el martes 13 a la noche, se desbarrancó hacia un precipicio de casi mil quinientos metros, en el camino hacia el Filo, el límite entre San Luis y Córdoba, en las Sierras de los Comechingones.
El Fiat 128 Súper Europa color crema y el cuerpo de la docente fueron hallados este miércoles, alrededor de las doce y media, por bomberos voluntarios de la Villa de Merlo, poco más de doscientos metros abajo de la ruta. La conductora estaba fuera del vehículo, ya que probablemente fue despedida en uno de los tumbos que el auto dio antes de detenerse en un accidente del terreno, unos sesenta metros más abajo.
Gilda vivía en el barrio 70 Viviendas de esa ciudad y había salido en forma intempestiva de su casa, luego de discutir por un problema menor con uno de sus dos hijos, de 19 y 21 años. La maestra de 46 años sufría de depresión y estaba bajo tratamiento psiquiátrico. Por ese estado la habían pasado a funciones pasivas dentro de la escuela.
El sitio que la conductora eligió –según todos los indicios– para arrojarse al vacío con su automóvil está ubicado a unos cinco kilómetros al este del Mirador del Sol, uno de los descansos más usados por los turistas, en el camino de ascenso hacia la cresta de las sierras, para detenerse a apreciar el paisaje de la Villa de Merlo allá abajo, al oeste.
Esa zona ya había sido recorrida por policías, bomberos, integrantes de Defensa Civil de Merlo y particulares, a pie y en vehículos, “pero desde la ruta no se ve nada hacia abajo, a simple vista”, explicó ayer el jefe de la Unidad Regional III de Policía, comisario mayor Gustavo Ortiz.
“Se recorrieron todos los caminos, con gente no sólo de la Policía, sino de los bomberos, fuerzas vivas de Merlo y vecinos, incluso con drones. Y la avioneta pasó tres veces por la zona. El recorrido de hoy era un repaso”, aseguró Ortiz.
Los participantes en la búsqueda, en especial los que conocen la topografía de las sierras, sabían que las hondonadas y la vegetación podían mantener oculto el auto y el cuerpo de la mujer si no hacían una inspección minuciosa, de cerca.

 


Los primeros indicios
El camino del Filo, como toda ruta serrana, es una continua sucesión de curvas y contracurvas que bordean el abismo. En algunos tramos donde el borde del precipicio no es tan cercano, hay espacios dispuestos como mirador o estacionamiento. No hay guardarrail, pero hay una hilera de mojones que indican el límite de la zona segura.
En uno de esos descansos, ubicado del lado derecho para quien va de Merlo hacia arriba, el auto de Gilda Mercau pasó entre esos señaladores hacia abajo. No dejó ninguna señal, a simple vista. Pero los bomberos revisaron todo el terreno y, unos diez metros más abajo del nivel de la ruta, en una ladera empinada, entre las matas de paja brava, encontraron un burlete. Ése fue el primer indicio. Siguieron bajando con cuidado y más abajo encontraron la parrilla delantera del Súper Europa. A medida que descendían, iban hallando desperdigadas otras piezas del vehículo. 
Hasta que lo divisaron más abajo. “Había quedado encajado en un accidente del terreno, mucho antes de llegar al fondo”, detalló Walter Pizarro, de los bomberos voluntarios de Merlo.
“Es un terreno muy colgado, fuimos bajando despacio, primero encontramos algunas piezas. Es lo único que pudimos divisar porque son lugares muy difíciles, donde no se ve absolutamente nada, y después vimos que se había producido un desprendimiento”, contó el bombero ayer a la tarde, mientras recogían sus pertrechos, después de haber rescatado el cuerpo. 
Esa tarea había empezado a las 17:45 y terminó a las 19.
El médico forense Gustavo Lafourcade Durán examinó el cadáver de la maestra antes de que lo removieran. Ya estaba en estado de descomposición. Ése fue uno de los indicios de que Gilda murió la misma noche que salió de su casa, hace nueve días.
La presunción de que podría haber ido en dirección a las Sierras de los Comechingones se consolidó el lunes pasado, cuando comprobaron que una cámara de seguridad, instalada por el Ministerio de Seguridad en la avenida Los Césares, había registrado su paso hacia el este.
La familia de Gilda había reclamado esa información para orientar la búsqueda. Hasta ese momento, sólo contaban con las filmaciones de dos cámaras, otra de Seguridad Pública y una privada.
La primera mostraba que el auto fue de norte a sur por la calle Juana Azurduy y giró a la izquierda, hacia las sierras, en la calle Los Huarpes. El domingo a la noche, un particular cedió las imágenes captadas por su cámara, que había filmado el paso del Súper Europa por la avenida Dos Venados, de norte a sur, a la altura del hotel Colonial.
Con la comprobación de que había ido por Los Césares hacia el este, anteayer los rastrillajes se concentraron en la zona serrana, con la idea de seguir hacia el lado cordobés. Gilda conocía el camino hasta Río Tercero, porque allí había residido uno de sus hijos. Pese a esa posibilidad, el estado anímico de la mujer desaparecida, su afección psiquiátrica y el antecedente de que una vez ya habría atentado contra su vida hacían temer que hubiera terminado en algún despeñadero de las sierras.

 


LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo