Advierten sobre una modalidad de robo

No usan pistolas, revólveres o cuchillos para robar, no se valen de la fuerza física. Pero echan mano a otra arma, una treta montada por un par de personas, para poder alzarse con el dinero y otras pertenencias de los comerciantes. Con la referencia concreta de un caso denunciado y con información de que ha habido otros similares, que no fueron asentados en comisarías, el área Inteligencia Criminal de la Policía de San Luis emitió un alerta, para que los vendedores estén prevenidos y no se dejen engañar. 

Tanto el hecho denunciado y los otros que no han sido presentados de modo formal a la Policía han ocurrido en jurisdicción de la Comisaría 1ª. Es decir, el blanco, hasta ahora, han sido los negocios del centro de la capital, refirió la oficial Johana Quiroga, jefa del área Inteligencia Criminal, del departamento Informaciones. 
Precisó que el caso denunciado ocurrió en una despensa. “El modus operandi observado es éste: entraron dos mujeres, a quienes la comerciante les preguntó si venían juntas. Le contestaron que no. Entonces, comenzó a atender a una de ellas”, contó. Tienen entre 32 y 40 años y son robustas. Las averiguaciones para identificarlas están en curso. 

Una particularidad es que ingresan sólo cuando tienen  la seguridad de que el vendedor está solo, sin clientes. Quiroga explicó que para ello, hacen una observación, no sólo un rato antes de entrar, sino inclusive en los días previos, para saber cómo es el local, los espacios en donde moverse. 

Con la excusa de pedir unas galletas, la supuesta clienta se movió hacia el sector donde estaban estos productos. Mientras, la otra “compradora”, se quedó cerca de la caja registradora. En ese momento, entró un hombre, que andaba en una camioneta. Según la conjetura de los investigadores, era cómplice de las mujeres. 

La acción de hacer que la vendedora se desplace hacia otro lugar fue, según la Policía, una maniobra para distraerla, para que sacara los ojos de la caja por un momento. Todo les indica a los agentes que la otra mujer aprovechó ese interín para robarle dinero y un celular. 

La presunción de que el hombre también estaba implicado se sostiene en que habló brevemente con la “clienta” que estaba más cerca de la plata. “Mientras la comerciante atendía a la otra mujer, el hombre salió. Ahí es cuando la que estaba a la espera comenzó a gritar ‘te robó, te robó, te robó’. Sorprendida, la vendedora miró la caja, vio que le faltan cosas, y salió a la calle, para ver si veía al hombre”, dijo. Justo en ese momento llegó su marido, y juntos intentaron  dar con él, pero no lo ubicaron. Volvieron, entonces, al negocio. 

Las dos clientas, ya se habían ido. Se fueron después de que la vendedora salió. 

Los damnificados “llamaron a la Policía y se analizaron cámaras de seguridad, en las que se ve la modalidad. Se ve cuando la mujer aprovecha para sacar las cosas”, refirió. 

Quiroga aclaró que tanto en el caso denunciado como en los otros de los que tienen conocimiento, “siempre están las dos mujeres, no así el hombre de la camioneta”. En uno de los hechos “justo llegó un cliente, lo que impidió que se cometiera el delito”, comentó.