Caso Abel Ortiz: apartaron de sus funciones a otro policía

El inspector Mariano Sebastián Mora es el policía al que el año pasado, el entonces jefe de la Comisaría 9ª de Villa Mercedes, comisario Marcelo Cecilio Acevedo, le encargó que buscara alguna prueba sobre la desaparición de Abel “Pochi” Ortiz. Aunque luego declaró que no sabe si su superior le dio la orden en su condición de jefe o porque sabía, Acevedo, algo más sobre el destino que había tenido el desaparecido, el efectivo cumplió la orden. Volvió con una grabación hecha en forma ilegal, que contenía un dato que, según cree el fiscal Néstor Lucero, no tenía otro propósito que alejar de las sospechas a la ex pareja de Ortiz, la peluquera Alejandra Espinosa, señalada como amante del comisario.

Esa intervención irregular de Mora en una investigación que –él lo sabía– estaba en manos de otra comisaría fue puesta de manifiesto por el fiscal de Cámara Néstor Lucero, en el dictamen en el que pidió que detengan y llamen a declarar en indagatoria a seis personas. Y motivó que antenoche el jefe de Policía, comisario general Marcelo Balbo, dispusiera pasar a disponibilidad al inspector.

Así, Mora, de 40 años, se suma a los otros tres efectivos que ya habían sido apartados de sus funciones por el titular de la fuerza de seguridad, el miércoles pasado: el propio comisario Acevedo (estaba en disponibilidad desde antes y Balbo renovó la sanción), la inspector Julieta Griselda Amaya y la oficial Marcela Fabiana Rodríguez.

Mora “fue notificado anoche mismo de la Resolución Nº 1752 JP 2015 del jefe de Policía, a partir del Expediente administrativo 434/15, realizado por el Departamento de Asuntos Internos”, informó ayer el jefe de la Unidad Regional II Metropolitana (URIIM), comisario mayor Walter Cuello.

La decisión del comisario general Balbo está fundada en “una presunta comisión de falta grave”, según lo establecido en el artículo 41 inciso E de la Ley del Personal Policial y el artículo 11 incisos 1º y 26º del Régimen Disciplinario Policial, explicó.

Cuello reveló que hasta antenoche Mora, nativo de Villa Dolores, Córdoba, se desempeñaba todavía en la Seccional 9ª, de la que fue jefe Acevedo hasta que lo apartaron cuando lo salpicaron las sospechas por la desaparición de Ortiz.

Días atrás habían dispuesto el pase del inspector a la Comisaría 31ª, pero al final el cambio de destino no se concretó porque había varios policías con parte de enfermo.

Mora ya sabe lo que es estar en disponibilidad. Estuvo en esa condición en 2003, cuando era oficial y fue investigado en una causa por apremios ilegales. Al final, en ese caso fue absuelto, dijo Cuello.

Hasta que ocurrió la desaparición de “Pochi” Ortiz, el 16 de setiembre de 2014, el inspector ahora caído en desgracia solía oficiar de anfitrión. Ponía su casa en Villa Mercedes para los asados frecuentes con varios camaradas, entre ellos su jefe, Acevedo.

Cuando comenzó la investigación por el caso Abel, los policías decidieron no reunirse más, “porque se podían hacer puteríos y sería mal visto por los jefes de la URIIM”, declaró uno de ellos ante la Justicia.

Mora y los otros efectivos de la 9ª sabían de la relación que tenía su jefe con Alejandra Espinosa, según declararon en tribunales. Dijeron que la ex del desaparecido iba seguido a la seccional y pasaba directamente a hablar con el comisario, a quien apodaba “Osito”.

En su declaración judicial, al hablar de la orden que le había dado el comisario de buscar pruebas sobre el destino de “Pochi”, el inspector dijo que “dudaría de si la dio como jefe o si habrá sabido algo más sobre la desaparición de Ortiz”. “Es muy posible que Acevedo supiera algo más”, afirmó.