No descartan que falten remedios por un reclamo gremial

Esta semana empezó con un llamado de atención para las farmacias locales porque el lunes arrancaron las asambleas de los empleados de las droguerías en señal de protesta por no acordar la paritaria del sector. Esto frenó la distribución de medicamentos en Capital Federal, la provincia de Bueno Aires y amenaza con llegar a todas las provincias. Si bien las tres que abastecen a San Luis: Del Sur, Suizo Argentina y Monroe Americana hicieron sus envíos con normalidad, Gustavo Alfonso, dueño de la cadena de Farmacias Quintana, no descartó que en la provincia pudiera haber faltantes para el fin de semana. 
“Por ahora no hemos tenido ninguna novedad, inclusive hoy (ayer) nos entregaron mercadería. Por el momento, no tengo ninguna información en contrario aunque sé que están con problemas en la negociación paritaria porque el gremio está exigiendo un 32 por ciento de aumento y les ofrecieron el 27”, afirmó. 
Alfonso aclaró que el gremio que representa a los trabajadores de droguerías es el mismo del personal de la salud: Fatsa. En cambio, el sindicato de los empleados de farmacias está adherido a la Federación Argentina Fatfa. La información que llega desde Buenos Aires indica que el primer gremio que conduce Héctor Daer quiere perforar el techo del 27 y llevarlo por encima del 30, pero los empresarios insisten en que a raíz del control de precios que impuso el gobierno nacional, no pueden llegar a ese valor de aumento en los salarios.
A esto se suma la delicada situación que sufren las farmacias por la deuda de la obra social de los Jubilados y Pensionados nacionales (Pami): “Siguen atrasados los pagos desde la primera quincena de marzo, aunque esta semana algunos fondos han transferido. De cualquier manera la que materializa esa transferencia es la industria farmacéutica pero esto no impidió que algunos comercios que  trabajan con la cobertura del 100 por ciento hayan tenido que restringir la entrega de algunos medicamentos”, anunció Alfonso.
El empresario local señaló que los atrasos empezaron a principios de año y que les pagan por quincena: “Todavía tenemos un saldo chico de la primera y segunda de marzo, pero ahora se sumaron otros de abril y mayo”. Aunque no quiso precisar el monto de la deuda que la obra social de los jubilados tiene con el sistema de farmacias locales, aseguró que “se trata de una cantidad importante. Todavía no es tanto como para cortar el servicio, pero el problema que tenemos es que las droguerías nos ajustan con los pagos y si no tenés buen stock se  hace difícil la reposición. En este momento las droguerías te cobran la mercadería a los 20 o 27 días de haberla entregado”.
Por eso insistió en que “con este panorama de atraso de tres meses que acumula el Pami, la posibilidad de reponer medicamentos se hace cada vez más difícil. Solamente podemos acceder al 20 por ciento en dinero efectivo de esa deuda. A tal punto ha llegado la situación que ya no lo contamos a ese dinero en nuestros balances porque la mayor parte se termina transformando en notas de crédito que vuelven a las droguerías y ellas las cambian por remedios. Y así es muy difícil continuar”.