Fue un día difícil para cargar nafta a la salida de la capital, por la avenida Santos Ortiz. Y es que el Sindicato Unión Obreros de Estaciones de Servicio (SUOES) realizó un paro ayer a la mañana en la YPF Bella Vista y cortó el expendio de combustible durante casi cinco horas, para exigir que reincorporen o indemnicen a dos trabajadores que fueron despedidos hace un mes y medio. Según el gremio, los echaron porque adhirieron al paro nacional al que convocó la Confederación General del Trabajo (CGT) el 31 de marzo. La empresa recurrió a la Justicia, así que la asociación debió levantar la medida de fuerza cerca de las 14. Roberto Muñoz, delegado de la agrupación en San Luis, aseguró que continuarán el reclamo por la vía judicial, pero no descartó que organicen otra protesta si no obtienen una respuesta.
A partir de las 9, el sindicato cerró el ingreso a la playa, por lo que los vehículos que querían llenar el tanque para emprender viaje, debían desviarse en busca de otra estación o arriesgarse a volver a la ruta y encontrar otra expendedora en el camino. Unos 20 empleados de esa YPF y otras empresas del rubro se manifestaron con carteles y bombos, mientras le explicaban a los automovilistas por qué no los dejaban pasar y dónde podían conseguir gasolina.
“Realizamos la huelga para ver si les devuelven el puesto o les pagan la liquidación que corresponde, porque desde el 6 de abril, cuando los echaron, hemos agotado todas las instancias de negociación tanto legales como en el Programa Relaciones Laborales y nunca tuvimos respuesta”, dijo el sindicalista, quien comentó que realizaron audiencias en el juzgado y en el área que depende del Ejecutivo provincial, pero que la firma, que depende de Carletti Hermanos, “no quiere dar el brazo a torcer”.
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