Una noche de enero, Sergio Oste escuchó en "Fetiche" la versión que Mario Saladino hizo de "Caminito". Sentado en su mesa circunstancialmente estaba Alberto Rodríguez Saá, el anfitrión del lugar. En ese momento, Oste le comentó que había leído en algún lugar que la letra del tango que históricamente se cree representa un paisaje de La Boca, fue escrita en Villa Mercedes e inspirada en un paisaje de esa localidad.
El paso siguiente sorprendió a Oste: Alberto le pidió que escribiera un ensayo al respecto y que profundice lo que parecía una investigación naciente. Eso hizo Sergio, abogado, amante de la música, ex senador provincial, ex director del periódico mercedino La Voz del Sud y corredor de rally. "A veces quisiera que el día tuviera 24 horas sin contar las que ocupamos en el sueño", dijo el letrado para describir sus múltiples actividades.
De ser así, Oste hubiera dedicado mucho más tiempo a su investigación sobre el origen de la letra escrita por Gabino Coria Peñaloza, el mendocino de La Paz que dejó plasmada la letra de "Caminito" y el inmortal verso "una sombra ya pronto serás".
El abogado villamercedino viajó a La Rioja, se internó en la biblioteca Mariano Moreno y pasó por el caminito de Olta, que, según se creyó hasta ahora, fue la inspiración del poeta.
En esa búsqueda, el caminante encontró una carta que Federico, el hijo de Coria Peñaloza, le escribió en 1975 a un periodista riojano en donde asegura que la letra fue inspirada en un paisaje villamercedino, "cuya topografía es muy semejante a esta joya de nuestra provincia", redactó, en referencia a Olta.
Es que la disyuntiva que plantean algunos historiadores es que el famoso caminito del tango es, o bien el riojano de Olta -donde un busto de Coria Peñaloza adorna la terminal de ómnibus-; o bien alguno de Villa Mercedes, pero nunca uno de La Boca. "Yo sé que mi investigación puede tener resultados polémicos, pero lo que quiero es acercar un poco de certezas", dijo ayer Oste, quien refrendó su escrito de 12 páginas en "Planeta Xilium", el programa radial de Rodríguez Saá.
Humilde, Sergio aseguró que su ensayo no pretende cerrar etapas ni convertirse en una versión definitiva, sino abrir algunas puertas. "Este es el puntapié inicial. Hay gente que sabe mucho sobre el tema y que sería interesante que haga su aporte, que no se sienta excluido", dijo el autor.
El trabajo de Oste se basa en algunos datos concretos, como que Coria Peñaloza vivió su infancia, su adolescencia y su juventud en Villa Mercedes, antes de radicarse en Chilecito.
"Este ensayo pretende un acto de reivindicación a la cultura de San Luis, porque estoy profundamente convencido que quien por adopción resultara ser mercedino y puntano en una etapa de su vida, porque vivió en este terruño, creó en Villa Mercedes, la letra Caminito, que inmortalizara la voz de Carlos Gardel", dice en su escrito el autor de la teoría.
No desconoce Sergio que la música del tango creada por Juan de Dios Filiberto pudo haber sido influida por los aires boquenses, pero está seguro que la letra -escrita 22 años antes- se hizo mientras su autor residía en Mercedes.
"Eso -escribió el investigador- no puede pasar desapercibido a la integralidad cultural, al orgullo colectivo e individual, a la puntanidad, a la obligación ética y ciudadana de comprometerse y pertenecer".
En su extenso recorrido por las páginas históricas detrás de "Caminito", Oste se encontró con algunas entrevistas que hizo el propio Gabino o alguno de sus descendientes en la que se extendía la idea de que la letra fue hecha en San Luis.
Detrás de la tristísima historia de amor despedido de "Caminito" hay algunas referencias geográficas que abonan la teoría de Oste. La parte, por ejemplo, en la que el poeta mencionó "los juncos en flor" es, según el villamercedino, una cita obligada a la plantación que surge solamente a la vera del Río Quinto.
Pero también el trabajo tiene sustentos que dan los sentimientos, que no tendrían porqué desmerecerse. La investigación llevó a Oste a un recuerdo de su infancia, cuando en el coro escolar, la profesora de música les hacía cantar dos tangos: "El día que me quieras" y "Caminito", cuya letra algo le remitía a su pueblo natal.
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