Este jueves por la noche cientos de peregrinos prepararán sus zapatillas, y con el rosario en mano y mucha voluntad, comenzarán la caminata hacia la Villa de la Quebrada. Algunos adelantados emprendieron la aventura un poco antes.
Desde las 16, Mario Quevedo, de 40 años y su hijo Joel, de 9 ya encararon la Vía del Peregrino para pagarle la promesa al santo. El hombre del barrio Pueblo Nuevo, le transmite a su hijo una costumbre que cumple hace 15 años de manera ininterrumpida.
Cacho Lucero es otro de los que se animó a la dura travesía con las mismas ganas que lo hace 12 años.
Los casi cuarenta kilómetros que separan la capital con el pueblo son recorridos con mucho sacrificio y devoción, en agradecimiento al Cristo por algún favor cumplido o para realizar alguna promesa. Como ya hace varios años, los caminantes recibirán asistencia del Municipio de La Punta, que les brindará agua, café y baños químicos, desde las 18, en la rotonda de ingreso a la ciudad (ubicada en la Autopista 25 de Mayo y Bulevar Las Cañadas); y también serán recibidos en la Villa con asistencia médica y bebidas.
La Iglesia de la Villa estará abierta durante toda la noche para aquellos pasan directo a confesarse y a participar de la primera misa.


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