Chacareras románticas en la 30ª Fiesta Nacional de la Calle Angosta

La más concurrida de las noches de la Fiesta Nacional de la Calle Angosta se realizó bajo las estrellas límpidas del cielo villamercedino. El clima ideal para un espectáculo al aire libre del domingo a la noche se enfrentó al show final, de Jorge Rojas, frío, lejano, sin momentos de explosión.
La enorme fiesta del pueblo merecía otro final ante la presentación casi de compromiso que el ex "Los Nocheros" brindó en el reencuentro con el público mercedino luego de cuatro años. Ese pasado también ameritaba otro tipo de show por parte del solista.
"Tenemos recuerdos imborrables de este lugar", dijo sobre el escenario Rojas en una de las contadas veces que se dirigió al público. Sin sus hits entre los 18 temas del concierto, el cantante priorizó chacareras apagadas y temas románticos, más dos canciones de su próximo disco. Con ellas, se consolidó a la cabeza de la camada de solistas que, nacidos en el folclore, se internaron en el siempre atractivo mercado melódico.
El momento de mayor incentivo del recital del salteño lo produjeron los puntanos de Algarroba.com y Fulanos, quienes subieron al escenario sobre el final para hacer "Zamba mercedina" y causaron un revuelo en un sitio que hasta ese momento había permanecido con demasiada corrección.
En otro sentido, esa corrección también la demostró Carlos García, el guitarrista que tocó antes de Rojas y que hace justamente de la pulcritud su mayor virtud. Con cuatro temas instrumentales, el músico villamercedino enfrentó con dignidad a una multitud que lo escuchó en respetuoso silencio.
Las tres noches anteriores, la grilla tuvo algunos retrasos que hicieron que la grilla se extendiera por algunos minutos, pero en la jornada final los horarios se respetaron con precisión y a la una de la mañana, Rojas ya estaba sobre el escenario. Antes de las 3, ya se había bajado.
Hasta ese momento desfilaron por el escenario una serie de artistas que recorrieron varios géneros del folclore nacional, siempre ante la atención de un público dispuesto.
Enrique Espinosa es un bonaerense que adora la música cuyana y la muestra en todos los escenarios que se le abren. Asiduo visitante a Mercedes, el cantante demostró su experiencia en cuatro temas que fueron del vals a la tonada.
La dinamita que no le puso el número central de la noche había sido encendida un rato antes por Walter Sapino, vecino de la Calle Angosta y conocedor de los gustos de los mercedinos. Con una puesta que incluyó vestimenta y bailarines, el local renovó sus buenas perfomances de años anteriores y se despidió con la confianza de que el año que viene estará nuevamente sobre el escenario. "Mi lucha es que la música de esta ciudad sea conocida", dijo.
El mismo objetivo persigue el grupo Nacencia, que se convirtieron en la agrupación cuyana más tradicional de la última noche, a la par de "Las cuerdas mercedinas", que tocaron antes de la apertura. Rubén Gallardo, de Merlo, y "Alma de guitarra", de San Luis, fueron los visitantes que abrieron la noche con homenajes al lugar.
Los puntanos -cada vez más consolidados en el ambiente festivalero de la provincia- invitaron a Raúl "El Sapo" Ávila para que los acompañe sobre el escenario.
Los ballets mercedinos -también representantes autóctonos de la grilla de espectáculos- abrieron la jornada final con sus coreografías.