Se aproxima el verano, y con él la aparición de algunos insectos que generan molestias, como el mosquito, que con su incansable zumbido logra convertir la tranquilidad de una tarde en reposera en una histeria colectiva de palmetazos, espirales, aerosoles o lo que esté al alcance para evitar la picadura. Pero este año habrá que prestarle una cuota extra de atención: las autoridades sanitarias dicen que las constantes lluvias que se producen en la provincia hacen más probable la proliferación de la especie transmisora del dengue. Por eso recomiendan eliminar cacharros, latas y demás objetos abandonados en baldíos o en el fondo de las viviendas y limpiar todos los depósitos de agua donde el mosquito pueda poner huevos.
“Puede llegar a haber una nueva circulación del virus dengue en Argentina. En realidad todos los años se renueva la alerta, sobre todo a partir del año 2009 cuando se dio un brote significativo en varias provincias del país. Pero este año tenemos que estar más atentos y reforzar las medidas preventivas debido a las reiteradas precipitaciones que generan un ambiente propicio para la procreación de la larva”, señaló Cristian Cano, jefe del Programa de Epidemiología y Bioestadística.
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