Mientras que algunos necesitan de un “coach” de renombre, un imponente escenario o que los presente Tinelli; otros llevan el don del baile en la sangre y está siempre a flor de piel. Uno de ellos demostró ser el intendente mercedino, Mario Raúl Merlo, el sábado pasado.
Cuando concluyó la Caravana de los Inmigrantes, que anunció la fiesta de este fin de semana, los organizadores y representantes de las colectividades pasaron, como cada año, por el Municipio a saludar al jefe comunal. Cuando terminaba la visita, una de las integrantes de la comisión organizadora le recordó al representante del Ejecutivo local que les había prometido que subiría a bailar al escenario del anfiteatro Calle Angosta con las mujeres que trabajan para el evento popular.
“¿Querés bailar?, no hay problema”, dijo Merlo y sin más tomó a la organizadora con su mano izquierda, con la derecha la guió desde la cintura y se animó a unos pasos. No había música, era el mediodía del sábado, pero la vereda y puerta de ingreso principal del edifico municipal simuló por unos momentos ser algún salón de baile de los de antaño.
El hecho sorprendió a los presentes quienes respondieron con algunas risas, hubo aplausos y hasta alguno lamentó no tener una paleta con número para puntuar la actuación.
Dicen que fue la previa, porque el intendente mercedino prometió bailar en el escenario mayor de la XV Fiesta del Inmigrante, allí sí con música y luces propias para la ocasión.
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