No hay supervivientes del avión ruso que se estrelló este sábado con 224 personas a bordo en la península egipcia del Sinaí (este), anunciaron fuentes de seguridad y de salud egipcias.
Los cuerpos de las víctimas estaban desperdigados en un perímetro de 5 kilómetros, algunos de ellos calcinados, precisaron las fuentes. De los 217 pasajeros, 214 eran rusos y tres ucranianos, informó el gobierno egipcio. También había siete miembros de la tripulación.
El aparato, un Airbus A-321, se estrelló al sur de la ciudad egipcia de Al Arish, capital de la provincia del Norte de Sinaí, poco después de despegar de Sharm el Sheij, el destino favorito de los turistas rusos en ese país.
El avión pertenecía a la compañía rusa MetroJet, fundada en 1993 y con base en el aeropuerto moscovita de Domodédovo, que realiza habitualmente vuelos chárter.
Los equipos de rescate ya recuperaron la caja negra y las primeras hipótesis apuntan a problemas con los motores del aparato ya que, según informó la agencia oficial RIA Nóvosti, los tripulantes del avión llevaban varias semanas quejándose de problemas en su funcionamiento.
Según fuentes de la embajada rusa en Egipto, todos los pasajeros del avión son ciudadanos rusos, incluidos 17 niños y los 7 miembros de la tripulación.
Según informa RIA Nóvosti, el avión con destino a San Petesburgo perdió altura de manera brusca poco después de despegar el piloto habría pedido a la torre de control permiso para realizar un aterrizaje de emergencia en El Cairo.
El gobierno egipcio descartó la posibilidad de un atentado, mientras que el presidente ruso, Vladimir Putin, ya pidió que se conforme una comisión especial para investigar lo sucedido.
Telám y NA
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