Soledad Frías: "Apunto al título del mundo"

En Villa Mercedes, tras la pelea que le dio el título sudamericano, Soledad Frías escuchó una frase que la emocionó muchísimo. Marcelo, uno de sus hijos, le dijo camino al vestuario, “Mami, tengo muchas ganas de llorar”. No era para menos, si era un triunfo de toda una familia que vive, siente y ama este deporte.

Nada fue fácil en la carrera deportiva de Soledad Frías. Empezó a boxear alentada por su marido, Marcelo González, quien también tuvo una carrera amateur y profesional. “Mucha gente no tenía fe en mí, sobre todo por la edad. Empecé muy tarde, a los 24 años”, recordó Sole. “Entrené un mes y debuté como amateur, en donde hice 38 peleas, todas en un año y la mayoría afuera de la provincia. Hacía un viaje a Córdoba, San Juan o Mendoza y peleaba viernes y sábado”, contó. 

Al no haber tantas chicas en su categoría y pelear siempre con las mismas rivales, la pugilista puntana notó que debía hacer un salto en su carrera deportiva por lo que decidió pasar al profesionalismo. Su debut fue el 9 de marzo de 2012, en General Pico, ante Rocío Cejas y venció por puntos, “Mi primera pelea fue muy buena sobre todo porque gané afuera. No aguantaba las manos mías”, sentenció.

“Un récord mentiroso”

Tras su debut auspicioso en suelo pampeano, Frías logró solo una victoria y cuatro empates en los doce siguientes combates. “Hubo un tiempo en donde no tenía la oportunidad de pelear en San Luis. Entonces no me quedaba otra que pelear afuera, en otras provincias, porque no podía dejar pasar el tiempo. Y yo sabía, o noqueaba o perdía. Por eso, ese récord que yo tengo es mentiroso. Porque he tenido peleas a cuatro round, mi rival ha caído tres veces y después me ganaba en las tarjetas. No está bien porque te arruinan la licencia, pero estoy tratando de levantarlo poco a poco”, rememoró con bronca. 

Sin dudas, fue difícil continuar, no sólo por los reveses que recibía en cada pelea sino también porque su preparación no era la óptima, “No tenía buena alimentación, ni vitaminas, ni sparring, ni un lugar de entrenamiento.  En esa época sacábamos la mesa y las sillas de la cocina de mi casa, colgábamos la bolsa, y entrenábamos ahí. Y continué por amor al deporte, porque me gusta mucho el boxeo. Sin dudas, las peores cosas ya las pasamos”, contó la campeona. Y recalcó, “Ahora, gracias al Gobierno de la Provincia que nos ayudó muchísimo, tenemos un lugar en donde entrenar, una mejor alimentación, todo. El que me conoce sabe que mejoré un montón gracias a eso. Además, tengo un promotor muy bueno, Johny Díaz. Cualquier cosa que yo necesito, siempre está presente”. 

En la senda del triunfo

Pero las rachas son para cortarlas. Y Soledad Frías lo hizo con triunfos y títulos. Ganó en sus últimas seis presentaciones y dos de ellas por KO. Sin dudas, sus dos máximas alegrías ocurrieron en los últimos meses. La primera fue el 20 de diciembre de 2014, cuando venció a Romina Elizabeth Alcantra y se quedó con el título argentino de la categoría mini mosca (hasta 48,900 kg), que ostentaba la cordobesa. “Fue una pelea hermosa porque estaba muy bien entrenada. Terminé el último round como si fuera el primero. Gané, pero en el momento no había tomado dimensión del título. A los pocos días comencé a darme cuenta sobre lo que había conseguido”.

Pero la página más importante de su carrera la escribió este mes, cuando en el “José María Gatica” de Villa Mercedes, superó por puntos en fallo dividido a la colombiana, radicada en La Pampa, Luna del Mar Torroba. “Desde la presentación hasta que subí al ring, todos me preguntaban por qué había aceptado la pelea. ‘Es muy fuerte, te va a ganar’, me decían”, contó Soledad. Pero contra todos los pronósticos, la que ganó fue la puntana y conquistó el título Sudamericano en la categoría mosca (hasta 50,800 kg).

La campeona dio detalles de la pelea, “Al comienzo fue difícil porque es una buena rival. Trajo su estrategia de moverse todo el tiempo, pero no la dejé hacerlo demasiado. A partir del cuarto round, ella comenzó a decaer. Yo sentía que cada vez que le pegaba, se quejaba un montón, la escuchaba. En un momento pensé que la noqueaba con un derechazo en donde vi que sus piernas flaquearon y se me tiró encima para agarrarse”. Eso sí, Frías no quedó conforme con el resultado de las tarjetas, en donde esperaba un triunfo contundente, “No vi que fuera tan pareja la pelea. La gané bien”, dijo. Pero no importaba demasiado, nada ni nadie le quitaría el cinturón.

¿Y ahora?

“Apunto al título del mundo. Tengo que esperar un poquito” subrayó la pugilista. Quizás a mediados de 2016 ese deseo sea una realidad. De todas maneras, en poco más de un mes, deberá defender el título argentino. Será el 4 de diciembre en Sociedad Española. “Estamos esperando la respuesta de la Federación Argentina de Boxeo para saber la rival”, destacó la “Sole”.

La luchó y mucho para vivir este presente. Se nota que lo disfruta pero no se conforma. Quiere más y está convencida que tiene las armas suficientes para lograr lo que ahora tanto desea: ser la reina mundial en su categoría.