Villa Mercedes: investigan si una joven fue violada en un campo

La chica de 20 años había empezado muy agitado su domingo. Según contó en sede de la Comisaría 8ª, había ido a bailar con unas amigas. Durmió en la casa de una ellas y después se fue a lo de otra. Ese último paso de su itinerario no terminó como esperaba. Afirmó que no pudo ver a su amiga porque, minutos antes de que pudiera encontrarse con ella, un motociclista se le acercó y le buscó conversación. Como la muchacha no acusó aviso de sus intenciones, el hombre insistió por las malas. Sacó un cuchillo y la obligó a subirse al vehículo. Condujo hasta un campo que está camino a Justo Daract y ahí abusó de ella, sostuvo. Consumado su deseo, el violador no quiso dejarla ahí, tirada en el medio de la nada. La llevó hasta lo de una amiga.

La Policía secuestró la calza, el buzo oscuro y las sandalias, de tacos altos, que lucía la chica. También informaron que Criminalística trabaja en un identikit.

Que la denunciante mantuvo relaciones ese día fue corroborado por una ginecóloga y una obstetra en el policlínico regional "Juan Domingo Perón", señaló una fuente. Los datos forman parte de un informe preliminar, llevado adelante por la médica de la Policía, Sonia Paloni.

Los investigadores tomaron cuenta del presunto abuso ese domingo, pasadas las 20, cuando una acongojada joven se acercó hasta la comisaría. En compañía de su hermana mayor, relató lo que habría vivido hacía menos de cuatro horas.

La chica reside en La Ribera. Allí vive junto a su padre, una hermana y su abuela. Se identificó como estudiante y madre de una nena de cuatro años, informó una fuente.

Pero ese domingo, en particular, decidió pasarlo en la ciudad. Por eso, a las 16:40, estaba en la esquina de Marconi y Las Heras

Como la amiga, a la que había ido a visitar, no estaba, se quedó ahí, parada, a la espera de que la otra chica apareciera.

Antes de que eso sucediera, un hombre se le acercó. Lo retrató como de unos 40 años, trigueño y de estatura mediana. Iba a bordo de una moto, de color oscuro.

"Él quería entablar una conversación. Pero como ella no le hizo caso, dijo que la intimó con un arma blanca", señaló Eduardo Ávila, el jefe de la seccional 8ª.

Así, a la fuerza, consiguió llevarla hasta el kilómetro 688 de la Autopista de las Serranías Puntanas. El motociclista se detuvo en un campo colindante con los terrenos que trabaja el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria). De acuerdo al relato de la mujer, la forzó a cruzar el alambrado y ahí, entre medio del pasto, abusó de ella.

Lograr eso, al parecer, no le resultó del todo fácil al violador. "Dijo que la golpeó en la cara y el cuerpo, pero más que nada en la cara", indicó Ávila. Las escoriaciones que evidenciaba su pómulo derecho confirmaban, al menos, una de esas heridas.

Entre una cosa y otra, estuvieron en el campo cerca de dos horas. "Después contó que la llevó hasta el domicilio de una amiga, en el barrio Estación", refirió. De ahí la muchacha se fue hasta lo de su mamá, que vive en el mismo vecindario.

Alrededor de las 22, cuando la juez de Instrucción N° 3, Mirta Ucelay, fue informada de la denuncia, ordenó las primeras medidas. "Le solicité a la médica forense, Alba Pereira, un informe. Estoy a la espera de ese estudio y también de los análisis bioquímicos y de Criminalística", aclaró la magistrado.

Además comentó que esa misma noche y la mañana siguiente el personal de Criminalística hizo un reconocimiento en ese lugar, de la ex ruta 7, y tomó fotos. "Existen unas dos líneas de sospechas, pero todavía no me han informado de que hayan individualizado a alguien", aseguró.