La Comuna exigió clausurar el salón del gremio municipal

La Municipalidad intimó al Juzgado de Faltas a que clausure el salón del Sindicato de Empleados Municipales porque según informó el subsecretario de Control, Ricardo Bazla, “no tiene habilitación municipal y nunca, hasta hoy (ayer) han iniciado gestión alguna los titulares de ese gremio para que funcione para actividades bailables y mucho menos nocturnas”.  En conferencia de prensa el funcionario informó además que denunció penalmente al secretario General del gremio, Alejandro Sosa, “por las amenazas de las que fui objeto hace unos días en mi despacho en el edificio de la ex terminal de ómnibus" (Ver "Le dije que no se...").

“Éste es un tema político porque existen al menos 40 salones y al único que controlan es al del sindicato de municipales", dijo el juez de faltas municipal, Alejandro Ferrari.

Bazla destacó que el cuerpo de inspectores que depende de su Secretaría "realizó en forma permanente desde el 19 de abril hasta el 21 de setiembre pasado, quince inspecciones cuyas actas han sido, como corresponde, elevadas al juez de Faltas Municipal, Alejandro Ferrari”. Según el funcionario comunal, “en seis oportunidades le solicitamos la aplicación de sanciones a los responsables del salón del sindicato de los municipales y su clausura preventiva". También contó que en tres de ellas "se les impidió a los inspectores realizar su trabajo”. Y explicó que “la situación de los vecinos que viven en la esquina de 9 de Julio y Constitución, por las noches, es insoportable. Yo lo he constatado personalmente en reiteradas oportunidades, sobre todo los fines de semana”.  

Lo primero que argumentó el juez Ferrari, es que éste “es un tema evidentemente político porque en la ciudad existen al menos 40 salones de fiestas y eventos, pero da la casualidad que al único lugar que controlan es al del sindicato de los municipales”. Dijo que en su juzgado se hacen los trámites de rigor, que hay cuatro actas acumuladas y que esta semana citó al abogado del gremio para hacer el descargo.

El funcionario municipal anunció que le envió una carta documento al titular del Juzgado, “intimándolo a tomar las medidas que establece la ordenanza vigente, es decir, que proceda a la clausura definitiva del local”. Y dijo que si no cumple “iniciaré dos acciones concretas: la denuncia penal por incumplimiento de los deberes de funcionario público y ante el Concejo Deliberante”.

Ferrari dijo que no recibió ninguna intimación y que "no corresponde hacerme ese envío porque el canal institucional es por una nota de pedido. Y si tiene que hacerme alguna denuncia, que vaya y la haga, porque a mí no me tiene que amenazar”.

En cuanto al reclamo de los vecinos, dijo que “en una oportunidad enviaron a una persona que vive en esa zona para realizar una denuncia, pero en los expedientes que obran en mi poder no hay ninguna otra queja”. Aunque aclaró que “el gremio tiene que cumplir con las reglamentaciones que son comunes a todos estos salones donde se realizan fiestas y así se lo hice saber a las autoridades del sindicato”. Pero insistió que “ese lugar es el único que controlan porque de los otros no tenemos ningún acta”.

Sobre las intimaciones, Sosa señaló que “lo que hacemos es prestarle el salón a los afiliados, que son los dueños, para que hagan sus festejos. Allí no hay fiestas públicas, no se cobran entradas y no organizamos absolutamente nada. Bazla se la agarra con el sindicato porque está en contra de mi persona y porque somos opositores a este gobierno municipal, ya que no tenemos el mismo color político”.

Sosa descartó que allí se dicten clases de danzas y que sólo lo utilizan los afiliados que no tienen espacio en sus casas para reunirse. “Ahí no hacemos ningún tipo de gastronomía, el lugar se lo prestamos al que lo solicita para festejar el cumpleaños de sus hijos u otro familiar, nada más”.

Descartó que los vecinos se quejen por ruidos molestos y detalló que “en uno de los edificios linderos al nuestro no vive nadie, es una propiedad que hace tiempo está abandonada. Y el otro que está sobre la calle Constitución es de la gente que nos vendió el terreno y jamás hemos tenido un problema con ellos”.