Los peatones siguen sin utilizar los puentes de la Santos Ortiz

Los transeúntes  no perciben  el peligro y pasan sin cuidado el guardarraíl colocado hace pocos días por el Ente de Control de Rutas en la avenida   Santos Ortiz a la altura del barrio Pucará, en el mismo sector en el que a fines de junio una mujer murió atropellada cuando intentaba cruzar con su hija adolescente. En un relevamiento El Diario de la República registró que sólo el 40 por ciento cumple con lo que indican las normas viales, ya que en quince minutos diecinueve personas pasaron  por el asfalto contra  trece que usaron la pasarela. En el Gobierno advierten  que la falta de uso en el resto de los puentes de la avenida es un vicio  generalizado y que no es un problema nuevo. 

La gente asegura que el puente los demora en sus trayectos y que en la noche es inseguro.

“No utilizan los puentes peatonales. El que está en El Chorrillo, frente a la ESSO, tampoco lo respetan. Subestiman la situación de que van a pasar y que  el auto no los va a tocar. Es algo cultural, hay que lograr un cambio de actitud, que la gente entienda que esas instalaciones están por su seguridad y las aproveche”, expresó Ramiro González Belzunce, jefe del Programa de Seguridad Vial  del Gobierno de San Luis. 
Quienes eligieron el atajo manifestaron que les resultaba más rápido tomar ese camino. Aunque en mediciones de tiempo y con un análisis exhaustivo, los resultados refutan la teoría. Si bien pasar de un extremo al otro del puente, con tranquilidad, toma aproximadamente dos minutos y medio y hacerlo por debajo lleva unos treinta segundos, esto es sólo si no hay que esquivar vehículos y aguardar en el medio del boulevard a que terminen de pasar. La Santos Ortiz es una vía concurrida y en hora pico, a las 13,  circulan  más de cuarenta rodados (desde motocicletas hasta camiones de doble acoplado) por minuto. 
Además, en el Gobierno recalcaron la responsabilidad de los que van detrás del volante. González Belzunce indicó que los conductores se equivocan si piensan que la Santos Ortiz es una autopista y   recordó que la velocidad máxima permitida es de sesenta kilómetros por hora. 
“Nosotros venimos formando un cinturón de control con la Policía Caminera, pero hay que trabajar a través de campañas para que la gente entienda que transitan por una avenida urbana”, afirmó el funcionario. 
El guardarraíl que separa la entrada del barrio Pucará de la avenida Santos Ortiz fue colocado unas dos semanas después del último accidente fatal, en el que murió una mujer de 35 años. 
Esto desanima a ciclistas y padres con cochecitos a cruzar a nivel, pero peatones de todas las edades, sobre todo adolescentes, optan por la imprudencia  y lo saltan sólo como un pequeño obstáculo en su camino.

En el verano igual
El Diario de la República ya había realizado un relevamiento en enero de este año en el que señalaba el poco apego de  los peatones por utilizar los puentes que están sobre la avenida Santos Ortiz.  
En este caso, en una observación que duró veinte minutos, nadie subió a las pasarelas.
Los vecinos adujeron que no utilizaban estas infraestructuras por los robos y el retraso que les generaba para cruzar.