13°SAN LUIS - Miércoles 01 de Mayo de 2024

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Situación en la radio pública

Por redacción
| 08 de julio de 2014

Los conductores del Planeta Xilium,  Alberto Rodríguez Saá y Gloria Velázquez, entrevistaron a la periodista Sandra Araujo a raíz de su abrupta salida de Radio Nacional. 

 

El sueño que tenía cuando estudiaba, y a esta altura digo tenía, era ser trabajadora de Radio Nacional, por una cuestión de prestigio, no de dinero.


- Alberto Rodríguez Saá: ¿Cómo te va Sandra Araujo?

 


- Sandra Araujo: La verdad que no esperaba tener que ser la entrevistada.

 


- ARS: Te están pasando cosas...

 


-SA: Así es, lamentablemente. Quiero agradecerle a Gloria Velázquez por la actitud, porque fue una de las colegas que me llamó y se lo agradezco públicamente.

 


- Gloria Velázquez: Lamentablemente tiene que ser en estas circunstancias. Como mujer que sos, por la lucha que llevás adelante, la que has llevado en tu vida, no te merecés, ni  vos, ni ninguna mujer, pasar por lo que pasaste, con la profesión que tenés.

 


- ARS: ¿Qué pasó?

 


- SA: Yo siento el periodismo como una pasión. Un día soñé con ser locutora. Me costó mucho estudiar porque había que ir al Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica en Buenos Aires y no podía. Trabajo desde los 13 años. Estudié de casada y en una universidad en donde se me dijo que tenía que ser periodista para ser locutora. Entonces hice dos carreras a la vez, casada y con un hijo. Cuento esto para que entiendan el valor que tiene para mí ser periodista y ser locutora con carnet del ISER. Terminé la licenciatura, me queda la tesis y esto me permite ser docente desde hace 10 años.

 


Uno educa con el ejemplo y por eso he tratado siempre de ser respetuosa al aire y particularmente con mis entrevistados. El sueño que tenía cuando estudiaba, y a esta altura digo tenía, era ser trabajadora de Radio Nacional, por una cuestión de prestigio, no de dinero. Toda la vida me tocó trabajar pagando espacios, pagando el operador, pagando teléfono, no que me pagaran por ser periodista, sino, tener que vender publicidad. Esto implica tener que llegar a toda la audiencia y que le gustara a todo el mundo lo que uno hace, para poder tener los auspiciantes que permiten estar al aire. Implica hablar para todos los sectores partidarios, para todas las voces y me he caracterizado por sacar todas las voces, sean del color político que sean. No creo que alguien tenga una ficha mía partidaria, porque nunca me interesó. Con 20 años de profesión tengo diálogo directo con todos los dirigentes porque los he visto crecer, los puedo parar en cualquier parte y me van a atender. Eso hizo que en mis programas elija tener todas las voces. Siempre lo hice.
La directora de Radio Nacional, Silvia Niño, fue compañera mía de periodismo en la carrera y también trabajamos juntas en una época como productora y locutora. Nos conocíamos. Silvia aceptó la propuesta que yo le planteé. La hice por escrito, la mandamos a Argentores, tuve que presentar mi currículum. Tuve un mes de papeleo para poder entrar, pero no como contratada, sino que durante un año pagué espacio por mes, bastante caro, al menos para mí. Hasta que decidieron hacerme un minicontrato, por una producción independiente. Se siguió respetando mi programa hasta que Silvia enfermó. Nadie puede negar su militancia pero tampoco nadie puede negar dentro de la radio el respeto que tenía por los periodistas y las veces que nos defendió.

 


Este señor se hizo cargo de la radio cuando Silvia estaba enferma. A los tres días me empezó a llamar. Primero fue por la nota que había hecho con el ministro Padula, al otro día fue por la nota que hice a la concejal Rocha y a la semana siguiente porque no quería que sacara más a Relaciones Policiales, porque decía que era el parte oficialista de la Policía de la Provincia. Tuve siete reuniones en menos de dos meses, cuando terminaba mi programa, y una con todo el personal. Todas estas cosas las dicen los audios que tengo grabados, yo no lo podía creer. Las dos primeras veces salí llorando, a pesar de la personalidad que tengo, combativa, contestataria. Lloraba porque denostaba mi capacidad, denostaba mi criterio periodístico, la música, todo le molestaba. Algo que nunca me pasó.

 


- ARS: ¿Cómo se llama este señor?

 


- SA: Wenceslao Rubio, conocido como Wences Rubio. Fue funcionario de Derechos Humanos y se hace ver como un defensor de los derechos humanos. La pregunta es: ¿la libertad de expresión no es un derecho humano? El derecho del trabajo, ¿no es un derecho humano? Todo esto me planteaba. Hace dos meses empecé a hablar con algunos dirigentes que decían tener acceso a este señor para que de alguna manera bajara el acoso laboral que estaba sufriendo. Algunos dijeron: “Sí, lo vamos a hablar”. Y hubo quienes dijeron: “La verdad no podemos hacer nada”.

 


Entonces tomé la decisión de grabar estas charlas, porque pensé que si lo contaba nadie me creería, como le pasó a mi colega Hernán Orozco. No quería que me pasara eso, inclusive me sentí muy mal al hacerlo. Lo pasé sin editar. Es muy fuerte escuchar a alguien que dice por qué no debés sacar a alguien al aire y si lo sacás porque es noticia, tenés que recordarle su pasado político social. Eso fue muy fuerte. O no entender que en la Cámara de Diputados de San Luis hay un hecho político que nadie puede negar y que es que el kirchnerismo está con los radicales. Y que muchas veces la voz cantante en los proyectos que presentan en conjunto es un diputado radical, y por eso es noticia. Todo estaba mal. O denostar a Los Libres del Sur, quién hacía periodismo, o cómo lo hacemos los periodistas. Hace una semana atrás hice una nota con D’Onofrio y como no salió nadie de la Municipalidad en mi programa, supongo que fue el motivo. O los concursos para periodistas y locutores para Radio Nacional, que cerraron el 3 y del que me dejaron afuera antes, para que no presentara un currículum. O la decisión que hay a nivel nacional de dejar a los contratados en planta permanente. Mi contrato de una producción independiente se vencía en diciembre, era un contrato mínimo. Lo que me produjo más dolor es que este señor se presenta como el defensor de los derechos humanos, juzgando al resto y poniendo en tela de juicio el accionar y la conducta de mucha gente.

 


Me molestó que mientras el 7 de junio todos festejamos el Día del Periodista, este señor diera clases de periodismo o charlas para los periodistas que están ejerciendo y muchos que se están preparando. Pensé en todo el sacrifico que mucha gente hace para estudiar esta profesión y que este señor, que tiene esta clase de actitudes, esté al frente de la gente, sin saber lo que realmente es.

 


- ARS: ¿Qué antigüedad tenés en el periodismo?

 


- SA: 20 años.

 


- ARS: ¿Hace cuánto que estabas en Radio Nacional?

 


- SA: Más de dos años. Todos los que escucharon a Silvia en la radio no pueden negar su militancia en el kirchnerismo y lo defensora que era, pero jamás se sentó para decirme “a este no lo sacás, a este lo sacás”. Yo tenía un programa de dos horas y estaba sola con audios que una colega hacía para mí. Presentaba más de 8 o 9 notas. Sola hacía el programa, era la locutora, hacía la producción y Silvia muchas veces me llamó para felicitarme por una nota, para decirme: “¡Qué bueno aquello!”. O para plantearme que en la semana tratara de tener notas que tuvieran que ver con los derechos de la mujer. Jamás para insultar mi capacidad periodística, denostar mi actividad o decirme algo feo de algún dirigente que había sacado. Nunca.

 


- ARS: Te dejaba actuar con libertad, como corresponde.

 


- SA: Jamás me cambió nada. Todo lo que digo se puede corroborar. Hay un libro que hacen todos los días los operadores donde se pone cada nota que sale, cada tema musical. Nadie puede negar la producción periodística que yo tenía hasta hace dos meses atrás. Los últimos dos meses son los dos peores meses de mi carrera. Porque me sentí mal, era muy difícil hacer una producción con tantas “restricciones”. Vino el periodista Sietecase, fui y no pude sacar la nota. Vino Cobos, fui y no pude sacar la nota. Pregunté si sacaba la entrevista de Cobos y me dijo que si le iba “a bajar la lengua” la sacara, si no, no la sacara.

 


- ARS: ¿Qué significa bajar la lengua?

 


- SA: Es cuando corta el entrevistado y quien queda con el micrófono al aire dice lo que tiene ganas.

 


- ARS: Hace un comentario, para denostar lo que dijo el entrevistado.

 


- SA: Claro, sin poder contestarle. Creo que las cosas que se dicen al aire deben decirse con el otro enfrente, para darle la misma posibilidad. Por lo menos es lo que entiendo de periodismo, o lo que me enseñaron a mí.

 


- ARS: Si tuvieras que definir con una palabra, una frase, ¿qué es lo que te está pasando? ¿Fuiste víctima de algo?

 


- SA: Persecución laboral, lo que se llama acoso laboral. Eso sentí.

 


- ARS: ¿Es como una mordaza?

 


- SA: Por supuesto, me sentí mal por mis oyentes, porque una radio que llega a buena parte de la provincia es una radio de servicio. Y lo más importante, más que el dirigente político, es el oyente. Siempre digo, tal vez equivocadamente, a mí me interesa “doña Rosa”, y qué le pasa a ella, cuáles son sus necesidades, qué siente, cuál es el problema que tiene. Si le llega el colectivo, si tiene un servicio. Para eso comunico, para informar, para formar, para entretener, pero no para “bajarle la lengua” a nadie. Es un estilo mío, equivocado tal vez, no sé. Pero a mí me formaron así.

 


- ARS: ¿Querés agregar algo más?

 


- SA: Agradezco su actitud y de la gente de El Diario de la República, la actitud de los colegas que me llamaron. Inclusive hasta gente de la misma radio y sin poder salir al aire, sin poder decirlo públicamente, por miedo a perder el trabajo. Ellos saben lo que trabajé durante esos dos años para hacer todos los días, a diario, un programa con nueve notas en dos horas y el nivel de las notas que presentaba. Les agradezco y sobre todo para que estas cosas no pasen, ni en esa radio, ni en ningún medio de comunicación.

 


- ARS: Te agradezco que nos hayas contestado el teléfono y participado en esta nota. Vamos a esperar unos días que se enfríe un poco la situación, estamos a tu disposición y somos solidarios con todo lo que te ha pasado.

 


- SA: Muchas gracias, muy amables. Y todos aquellos que estén estudiando esta carrera es muy importante que sepan qué pasa a veces en los medios realmente.

 


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