Los rostros que pinta Mariana Balliro pueden ser azules, fundirse en cabello rojo fuerte o tener ojos blancos. Ocho de esas obras se pueden ver en el bar que está en el Ministerio de Turismo y las Culturas, en el centro de San Luis, con entrada gratuita.
Hasta el 8 de agosto, de 9 a 19 en el Bar del Ministerio de Turismo y las Culturas (Illia y Junín).
La muestra, que fue inaugurada el viernes pasado, contiene los grandes rostros que Mariana crea con la sola ayuda de su imaginación y un estilo que se forma con colores fuertes y mezclas cromáticas poco comunes. Como su colección pasada se llamó “Miradas” y estuvo disponible en Casa de las Culturas; a ésta, la artista bautizó “Miradas 2”.
Hace 39 años Mariana nació en Mendoza pero después de 20 años en San Luis se considera una puntana más. Vino a estudiar diseño gráfico y una vez que se recibió decidió quedarse para expandirse en la actividad artística, una base que traía desde chica. “Estudié arte casi durante toda mi vida”, dijo la autora.
La muestra que presenta en el bar de la avenida Illia estará a la vista por unos 15 días para que los turistas y los puntanos conozcan las pinturas de la joven artista.
Balliro aclaró que sus obras no son retratos de personas conocidas y que no trabaja con modelos, sino que las formas de las caras van surgiendo en su cabeza de artista. “Por lo general comienzo con mi cuaderno de bocetos, donde voy trazando distintas posiciones de los rostros y veo sus dificultades y sus posibilidades", dijo.
Si bien Mariana lleva varios años de producción artística, los cuadros de "Miradas 2" son todos relativamente recientes.
Hay días en que Balliro consigue crear varios rostros, pero en la tarea de limpieza quedan muchos en el camino.
El nombre de la muestra responde a un descubrimiento que Mariana hizo sobre el bastidor. "Me sorprende cómo cambia un cuadro cuando se le añaden los ojos. Es como si de repente una obra cobrara vida. Por eso, generalmente a los ojos los dejo para el final”, indicó.
La joven diseñadora usa pintura acrílica y tintas para sus creaciones, en las que prefiere lo plano, antes que el volumen, un elemento que en sus pinturas se evidencia, obviamente, en los ojos. "Para mí es lo más expresivo en una persona”, dijo Balliro.


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