Castigan a los papás de chicos que hicieron daño en una plaza

La desatención del deber de cuidar a los hijos, de controlar que éstos tengan buena conducta, no fue pasada por alto. Los papás de tres chicos que viven en San Francisco del Monte de Oro tendrán que responder por los daños que sus hijos hicieron en una plazoleta de la localidad. A los tutores se les labró un acta de infracción al Código Contravencional de la provincia, según informó el jefe de la comisaría de esa localidad, oficial principal Marcelo Floriani.
A los mayores les comprende la falta descripta en el artículo 64 de dicha ley, “la omisión de vigilancia de parte de los padres, tutores y todos aquéllos que tengan bajo su guarda a menores de edad como conducta facilitadora y/o permisiva de los delitos cometidos por éstos”.
En el mismo artículo se indica que la sanción prevista para esa falta es una multa o bien la realización de un trabajo comunitario, que podrá extenderse entre 5 a 15 días. “En todos los casos se invitará al menor a ir a grupo de apoyo, programas de capacitación y a participar con sus padres o tutores del trabajo comunitario”, dice el texto de la norma.
Hace un par de semanas, algunos vecinos de San Francisco fueron a la seccional a hacer presentaciones y exposiciones sobre destrozos sufridos en ámbitos particulares. Manos desconocidas habían roto un cartel de un hospedaje y en algunas casas habían apedreado los frentes, precisó el jefe policial. Esos hechos, según presumieron, habían ocurrido de madrugada.
Los efectivos comenzaron a hacer averiguaciones y recorridos durante la noche. “El jueves, al llegar a un parquecito, unos jóvenes advirtieron la presencia de la Policía y arrojaron en la calle el pasamanos de una calesita, que había sido arrancado, y escaparon hacia sus domicilios”, resumió. Prácticamente fueron ubicados in fraganti.
Los agentes identificaron a los tres muchachos que tiraron la pieza del juego. Uno tiene 15 años, y los otros dos, 16. Sospechan que también tuvieron que ver con las roturas que los vecinos habían denunciado antes.
“Nos comunicamos de inmediato con el Juzgado de Familia y Menores Nº 1 y el Juzgado Correccional y Contravencional. Las directivas fueron precisas: que se instruyera el sumario por la denuncia por los daños, que fue hecha por Antonio Rodríguez, jefe de Servicios Públicos de la Municipalidad. Y, por el Juzgado Correccional se labró un acta por la omisión de la vigilancia de parte de los padres”, informó.
Según el oficial principal, les interesaba que se tomara una medida preventiva, para evitar un mal mayor. No se refería sólo a que terminen delinquiendo. “Los chicos quizá lo hacían a modo de divertimento. Pero puede suceder que los habitantes de una casa que sufre daños, un día, cansados, los agreda, por ejemplo”, conjeturó.
Los tres adolescentes irían a la escuela y son de familias de clase trabajadora. A la mamá del chico de 15 años no es la primera vez que le llaman la atención por el comportamiento de su hijo. El padre de otro de ellos, “había sido convocado otra vez y le tocó pagar algunos daños”, contó.
La Policía citó a los menores y a sus padres a la seccional, para notificarlos. “A los papás se les tomó una declaración, por las actuaciones sobre los daños, que van a ser giradas al Juzgado de Familia y Menores. Y en cuanto a lo contravencional, se labró el acta con el detalle de los datos filiatorios de los padres, el personal que detectó la falta, y se dejó constancia del artículo en el que se encuadra” el hecho, precisó.
“Una vez que se inicia el expediente, tenemos cinco días para elevarlo –abundó el oficial principal–. Luego de que toma conocimiento, el juez –es Marcelo Bustamante Marone– cita a los padres. Luego van a un juicio, en el que se dicta una sentencia y se define la sanción”, ya sea la multa o el cumplimiento de un trabajo comunitario”.