Los trabajadores del subte de San Pablo iniciaron una huelga por tiempo indefinido que afectó a unos cuatro millones de usuarios y provocó un gigantesco caos de tránsito, cuando restan siete días para el inicio de la Copa del Mundo de fútbol en el estadio paulista de Itaquerao.
Con 15.546 kilómetros de vías para autos, 11 millones de habitantes y una flota de vehículos de 6,8 millones, a la que se suman unos 500 vehículos por día, San Pablo tiene su sistema vial saturado casi en forma permanente, consignó el portal Brasil247.
Enterados de la novedad, los usuarios del subte invadieron literalmente la estación de Itaquera, una de las de mayor movimiento y próxima al estadio mundialista y provocaron algunos daños antes de ser desalojados por la policía.
Los trabajadores exigen que la gobernación de San Pablo les aumente el salario e instrumente cambios en las condiciones de trabajo.
Hubo, además, huelgas similares en Río de Janeiro, la ciudad donde se disputará la final de la Copa el 13 de julio, y en otras subsedes mundialistas como Salvador de Bahía y Recife, ambas en la región nordeste.
Télam.
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