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Gendarmes de la usura

Por redacción
| 24 de junio de 2014

No le creo al señor Lanata que tiene una coincidencia enorme con Cristina. Hablan de lo mismo: la deuda. Los dos dicen que hay que pagarla, desde distinto ángulo. Y los dos omiten el tema fundamental que es la ilegitimidad de la deuda, es una deuda que no debemos. No es una deuda. Estaban de común acuerdo en el gobierno inicial de Duhalde y estaban de común acuerdo en los primeros pasos que dio Kirchner por este tema de la deuda. Después se pelearon. Me refiero a Lanata -Clarín y Cristina- La Cámpora.
Ellos hablan a partir de que consideran a la deuda legítima, buena y que hay que pagarla. Y luego ven cómo hacer buenos negocios con esa deuda, enriquecerse personalmente e hipotecar la Argentina.
En cualquier país del mundo podemos ver a los padres preocupados por el futuro de sus hijos. Cuando nace un bebé, lo miran, lo cuidan, lo acunan, lo besan y le dicen al oído que lo van a cuidar, que será un bebé libre y anhelan lo mejor para él. En ese momento empieza una preocupación en los padres: el futuro. No hipotecan el futuro. Le generan crédito para el futuro, le generan progreso. Generalmente los padres van haciendo pequeñas inversiones para que cuando el chico llega a la universidad y se desprende de los padres, pueda estudiar. Ya sea pagándole los estudios, una beca o propiciando que vaya a la mejor universidad o donde pueda. Es un esfuerzo que hacen los padres desde que nace su hijo y se supone que los Estados hacen lo mismo. Cuidan su Estado, su pueblo, de tal manera que piensan que el futuro cada vez será más glorioso.
Cuando me tocaron responsabilidades de este tipo, yo pensaba ¿cómo hago para que el futuro sea más glorioso? Infraestructura, viviendas, y pensaba en plantar árboles. Me tomaban en broma y me decían: “Está loco, cómo va a plantar árboles”. Plantamos más de un millón de árboles, que dentro de unas generaciones significarán una enorme riqueza de la provincia.
Los estados, quienes los gobiernan, tienen que procurar no dejarlo endeudado. Y además generar riquezas para que el futuro sea mejor. Es una regla de dos más dos, lo digo con todo respeto y cariño, la regla de un almacenero que tiene un negocio chiquitito y que procura no tener deuda, tener mejores inversiones y quiere crecer cada vez más. Lo mismo se hace con los estados.
Esto de manejar solamente las partes formales de la deuda, para pagarla sin mirar si es legítima o no, si fue adquirida por una dictadura o no, por gobiernos corruptos, o si fue sin posibilidad de que la arregle el Congreso Nacional, la convierte en una deuda repudiable. No es una deuda externa, la Argentina no debe nada y lo digo así groseramente, porque si analizamos lo que ya se pagó, es suficiente dinero como para haber pagado lo que realmente podía deber la Argentina. Habrá que hacer las cuentas, puede haber alguna diferencia y esa diferencia hay que pagarla rápidamente, para no endeudar el futuro. Pero no es esta deuda que nos presentan.
En la Argentina de Isabel Perón cada argentino nacía debiendo 500 dólares; en la Argentina de Videla nacía debiendo 1.200 dólares; en la Argentina de Alfonsín, 1.500; en la de Menem, 2 mil y algo; en la Argentina de De la Rúa, 2 mil y algo; en la Argentina de Duhalde y de los Kirchner, 3 mil y algo. Un niño nace y debe más de 3 mil dólares por el hecho de nacer en la Argentina. En vez de ser algo glorioso, le ponen una carga enorme a ese bebé. Se hipoteca el futuro de los argentinos, pagando una deuda que no corresponde y habiendo designado, por voluntad y elección de Néstor Kirchner, al juez Griesa para que maneje la soberanía argentina
Y presentan en los programas de televisión a La Cámpora como un grupo de izquierda que parece haber bajado de Sierra Maestra a hacernos descubrir lo que es la justicia social en Argentina, lo que es la soberanía política y la independencia económica. Un grupo de chantas y ladrones, que nos presentan así las cosas.
En otro país, cuando alguien nace, le dan un futuro. Acá no. Acá le ponen un peso, una carga ¿Por qué hacemos esto con nuestros chicos? ¿Por qué hacemos esto con nuestro pueblo? Son los gobiernos que elegimos mal. Parece que nos gusta elegir mal. Ahora nos estamos comiendo el amague de las discusiones de Lanata, Clarín y Cristina de cómo pagar la deuda de una manera o de otra, justificando al juez Griesa, justificando su designación. Justificando la deuda externa ilegítima, ilegal, toda la corrupción. Los dos grupos, la cara y ceca de la Argentina, hacen el mismo análisis.
Duhalde conoció a la señora en una piscina. Era bañero antes de ser intendente de Lomas de Zamora, por la Democracia Cristiana. Aprendió mucho como bañero. Con mucho orgullo lo era y yo respeto a los bañeros, no a Duhalde, pero a los bañeros sí. Cuando era bañero y alguien se ahogaba, él lo salvaba, pero no elegía a nadie, salvaba a quien se estaba ahogando. Y cuando él era presidente, también aplicaba esos principios. Se empezaba a ahogar alguien y él lo salvaba, no hablaba antes con quien se ahogaba. Cuando fue presidente ya no era lo mismo, porque a quien se ahogaba él lo veía de lejos, se acercaba si quería, lo salvaba si quería y quien se estaba ahogando tenía el tiempo del mundo para acercarse, salvarlo si quiere y negociar la salvación.
En la pileta, quien se ahogaba empezaba a toser, le hacían respiración y decía: “¿Quién me salvó? Gracias. ¿Cómo se llama usted? Duhalde. Gracias Eduardo, me salvó”. Pero cuando se es presidente de la Nación, el agradecimiento es distinto. Se puede negociar antes. Si se está ahogando el país y elige salvar a Clarín para que el país se hunda más, y hace un tres por uno, lleva a la devaluación, hunde a todos los trabajadores y salva a Clarín… No es que Clarín diga: “Gracias Eduardo”. El agradecimiento es otro, hay una negociación previa. Clarín es muy agradecido y le sigue agradeciendo al doctor Duhalde haberlo salvado y convertido su deuda, a través de la pesificación, en parte de la deuda externa, que Cristina ni siquiera cuestiona.
Son fondos buitres y hay buitres que están generando fondos. Son dos cosas. Hay buitres que generaron los fondos de la deuda externa y hay fondos buitres que se aprovechan de la desgracia argentina. Para nada estamos hablando bien de los fondos buitres, estamos hablando mal de los gobiernos, que han generado una deuda externa que no es legítima. Es repudiable. Ésa es la diferencia que hay entre ser bañero solamente o ser presidente bañero.
¿Quién puso a Kirchner? Clarín - Duhalde. ¿Quién la apoyó a Cristina? Duhalde - Clarín. La segunda presidencia no, la primera. “Sí, gracias Eduardo. Me salvaste, me estaba ahogando en la pileta”. “Señor presidente nos estábamos ahogando, si usted nos salva, se va a beneficiar también”.
Durante la dictadura militar, hubo mucho movimiento bancario y financiero porque los bancos manejaban el país, haciendo lo que querían, gracias a la política de Martínez de Hoz y del gobierno. El pueblo no podía hacer lo que quería, pero sí los bancos, las financieras. A través de las financieras llegaba dinero del exterior que prestaban, en la Argentina, los bancos. Algunas veces entraba dinero y otras veces no. Sobre ese dinero que entró, muchísimo dinero, o no, dijeron que todo lo que debieran los privados debería el Estado. Se convirtió en deuda externa. Lo hizo la dictadura militar, con la ayuda del señor Cavallo.
Para sostener esos préstamos, la dictadura inventó lo que se llamó la Circular 1050, en la que los bancos, a discreción y en forma usuraria, cobraban los intereses y apretaban de tal manera, que cada vez se debía más y se generaban los intereses. Era una legalización de la usura. Para instrumentar esto, empezó a bajar, estaban los vivos, las mesas de dinero, la plata dulce, la financiera. La garantía era la Circular 1050 que tenía una especie de "ejército de gendarmes" que custodiaban esto, que eran los abogados de los bancos, de la financiera. Que eran quienes “apretaban” a los jueces que respondían a la ley vigente entonces, que era la 1050. Era muy denostable, muy complicado ser abogado de banco de la 1050. Yo prefería ser abogado defensor contra la 1050 y tenía con eso una conducta, hasta que derogamos la 1050.
Entre esos abogados de la usura en Río Gallegos, Santa Cruz, estaban Néstor y Cristina. Eran los abogados de la financiera, de la 1050, del apriete a los deudores y de quedarse con las hipotecas. En todas las películas se muestra lo cruel de un apriete, del cobro de una hipoteca que va estrujando, hasta que el usurero se queda con la casa. Ésa era la labor que hacían los Kirchner.
El abuelo de Kirchner, que se llamaba Karl Kirchner, se peleó con el abuelo de Osvaldo Bayer, quien siempre contó esta pelea. Hasta que Bayer fue contratado por el grupo Kirchner y ya se olvidó de ese tema. Una vez, el abuelo de Kirchner le pidió un dinero, calculado algo así como en 25 mil dólares de hoy, y no se lo devolvió nunca, sino que generó una pequeña empresa. El abuelo de Kirchner tenía una suerte de casa de citas o lugar donde regenteaba la prostitución.  Además se dedicaba a la usura, daba préstamos. Y era además informante de la Patagonia Rebelde. El abuelo y su hermano eran los fotógrafos e informantes del ejército de la Patagonia Rebelde, de los fusilamientos en la Patagonia. Eso está contado por Osvaldo Bayer, en “La Patagonia rebelde”. En el ADN, Kirchner tiene el tema de la usura, aunque no tiene por qué pagar por el abuelo. Está en los genes.
En la Patagonia las industrias son extractivas. Es tan extractiva la del mar, como la del petróleo. Industria extractiva, finanzas, usura. Por eso los Kirchner no entienden una Argentina productiva, les cuesta entenderla, porque no saben de qué se trata. Está en el ADN.
Es como un bañero, que cuando está frente a todos te salva, pero cuando puede, hace negociados y termina siendo como lo de Clarín. Mirando los antecedentes se descubre todo.
Lo del abuelo de Kirchner y de Néstor Kirchner se encuentra en la red, es información pública. Lo que pasa es que nos hacemos los distraídos. Me duele que La Cámpora se haga la distraída. No tiene nada de malo tener un abuelo que haya sido pícaro, malo o lo que fuere. Pero sí es malo si se sigue esa línea, como cuando Kirchner fue gendarme de la 1050 de la dictadura.
La Patagonia rebelde, de Osvaldo Bayer. Para leer.

 


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