El Trapiche, un escándalo

El Diario dice: "Irregularidades en la gestión de Gabriela Ciccarone. El Trapiche, escandalosa situación del Municipio". Y da un detallado informe del Tribunal de Cuentas de la Provincia que descubrió un faltante de bienes y omisiones en el inventario municipal. La intimó para que regularice la situación.
Falta de la Municipalidad hasta el cuadro de Pringles. Les da lo mismo que esté o no, porque les falta el espíritu “sanluisista”, la puntanidad.  Ese cuadro es un tesoro, aunque sea una foto de otro cuadro, aunque no sea un original. Pero le dio lo mismo. Señora Ciccarone, no les interesa San Luis, no les interesa El Trapiche.
Llegan a la función pública para aprovecharse y se aprovechan. Entonces, ¿qué hacen con el tractor?, se lo llevan. ¿Con los motores?, los usan para otra cosa, se los llevan. Se aprovechan. Pero ella sola no es la responsable. Había un grupo mayor, esto lo hizo con otros. Y cuando son más de dos, se llama asociación ilícita. Llegan al gobierno y se asocian. Ella fue la emergente de otros. Y por eso un intendente salió a defenderla, porque pertenecen a otras agrupaciones políticas, cuyos platos rotos los paga el Partido Justicialista, que fue el que llevó como emblema al triunfo. Pero la acompañaron otros partidos, como los K, los ex K (los de Alberto Fernández), que la protegieron, se llevaron las cosas y son los avivados. Ella participó de los grupos conspirativos, que existen en algunos municipios, no sólo en El Trapiche. Otros vecinos cerquita de allí, también estaban hablando con los K, con Pérsico. Dieron un portazo al Gobierno de la Provincia, al Partido Justicialista y buscaron alianzas nuevas. Para aprovecharse del poder.
Tenemos que votar bien. El ciudadano de El Trapiche hoy se siente frustrado porque votó mal, porque le dieron un asado, lo confundieron y se dejó confundir. Hay que eliminar todo plan prebendario. Este grupo que llevó al poder a la señora Ciccarone, usó malvadamente el sistema prebendario. Eso está mal, lo van introduciendo en San Luis y dentro de unas elecciones más, será absolutamente escandalosa toda la Provincia.
Quienes se hacen los críticos, deben mirar por qué se fue la señora Ciccarone. Hay quienes me llaman “el gran editorialista”, queriendo involucrarme. Nosotros simplemente prendimos una luz y mostramos lo que está pasando. Cuando se encendió la luz y se la vio a la señora Ciccarone, vieron lo que se descubrió. ¿Podrán defender políticamente que se llevaron quince motores, una camioneta, una pala cargadora, un tractor, los cuadros de la Municipalidad, el dinero público que fue denunciado como robado? ¿Qué tiene que ver un editorial de una radio con la escandalosa situación de El Trapiche?
La sede está vacante, porque renunciaron la intendente y el suplente. Ella renunció minutos después que fue intimada y se le descubrió todo. Se fue por la ventana, no por un editorial. Intentó, después del editorial, hacer un gran asado en Río Grande y le fue mal. No puede caminar por El Trapiche, porque no es de El Trapiche, ni se preocupó por sus problemas.
Ella dio un portazo a la fuente de legitimidad y se alió con su grupito, de salvajes, aprovechados, que se llevaron todo. Después terminó aliada con una familia de El Trapiche que no tenía nada que ver con la fuente de legitimidad, que se aprovechó también. Cuando se detecte dónde están esos bienes y aparezcan, aparecerá la complicidad. Se verá que esto fue una organización. Como diría el tango, “los ases del choreo”. Esos “ases del choreo”, que son
más de dos, forman una asociación ilícita. Son mafiosos del aprovechamiento. Y no pasa sólo en El Trapiche.
¿Tengo derecho a opinar, a hablar? Claro que lo tengo. Soy ciudadano de San Luis, quiero a San Luis, voy a morir aquí, me van a enterrar en las sierras de San Luis, en “Los Peñitos”. Y por eso opino que esto no me gusta, que la situación de El Trapiche es escandalosa.
Ahora hay un proyecto de ley para intervenir El Trapiche, porque así lo dice la Constitución. Ante esta situación provocada por los “ases del choreo”, más la renuncia de la señora intendente, hay una vacante en la Municipalidad. ¿Qué dice la Constitución? Cuando está vacante, hay que intervenir. Ocupa el lugar vacante, una ley. La ley tiene que aprobarse y si no se aprueba porque no tiene los dos tercios, ¿qué problema hay? Asuntos Municipales se hará cargo de la vacancia. Quedará ahí sin poder disponer o administrar, podrá realizar sólo actos de administración, no podrá hacer actos políticos, ni tendrá valor algún tipo de legislación. Pero alguien tiene que administrar El Trapiche. Lo administra la Secretaría de Asuntos Municipales de la Provincia de San Luis, como corresponde, porque es lo que establecen la Constitución y las leyes.
Debemos ser sensatos. Si la ley se aprueba, será intervenido El Trapiche; si no se aprueba, ocupará ese cargo quien diga la Secretaría. La diferencia está en que si está intervenido, el interventor tiene las mismas atribuciones del intendente. Si no está intervenido, porque no hay ley, se ocupa Asuntos Municipales y podrá solamente dictar actos de administración, no de disposición. No podría por ejemplo generar deudas o dictar una ordenanza. Pero sí puede administrar, para restablecer las cloacas, hacer el bacheo, devolver la luminaria, brindar los servicios municipales.
La situación de escándalo la generó un grupo de personas fuera de lugar. Fuera de la legitimidad, fuera de la legalidad, fuera de las buenas costumbres, fuera del sentido que tiene su accionar. Lo hizo en forma estrepitosa, repercutió y se ventiló a los ojos de la comunidad. El escándalo no lo soporta nadie. La Iglesia Católica, por ejemplo, rehúye las situaciones de escándalo, separa al cura que hace escándalo (tendría que separar a varios), para que no repercuta en la institución.
En El Trapiche hay que tomar los remedios legales, constitucionales, para que entre en el marco de la ley. Hay que investigar cómo es posible que un intendente haga lo que quiera, se lleve lo que quiera. No es un botín electoral, no puede un intendente nombrar funcionarios y reventar la administración. No pueden los bienes de la Municipalidad pasar a ser propiedad del intendente.
Esto se llama democracia, las formas son republicanas, la bandera es la transparencia. San Luis ha hecho escuela en progreso. Es un progresismo que se puede corroborar, no es un progresismo de verso. San Luis es progreso, es justicia social, una mirada al futuro, es estrategia.
¿Alguien está en contra de la democracia? ¿De la república? ¿De la transparencia? ¿Del progreso? ¿De la justicia social? ¿De la libertad, de la igualdad?
No debe ser el intendente dueño, el intendente aprovechado, de nombramiento popular público, amiguista. Hay que ir por el bien común. Todo lo que sea egoísmo hay que dejarlo de lado.
Es un escándalo el de El Trapiche. ¿Habrá otros escándalos?