En el norte llovió en cuatro meses el promedio anual

Las muy buenas cosechas que esperan en el norte de San Luis con soja, maíz, algodón, papa y alfalfa superará cualquier tipo de incomodidades que vienen generando las lluvias récord que recibió el corredor productivo Quines-Candelaria y que en los primeros cuatro meses de 2014 ya alcanzó los 650 milímetros, el promedio anual histórico de la zona.

100 Milímetros cayeron durante abril en en las zonas agrícolas del Departamento Ayacucho.

Abril se mantuvo con las mismas condiciones climáticas de marzo, con lluvias y lloviznas permanentes, alta humedad ambiente y con poco sol, a diferencia de las condiciones climáticas históricas donde en abril prácticamente no llueve y hay baja humedad relativa ambiente, describió el asesor de la zona Tomás Olivera, en un informe reproducido por la Red de Información Agrícola (RIAN), que en San Luis dirige el técnico del INTA Ricardo Rivarola.

Durante abril, el pujante oasis agrícola del Departamento Ayacucho tuvo lluvias que rondaron entre los 85 y 100 milímetros, según la zona. El acumulado en el año oscila entre 510 y 650 milímetros y al respecto Olivera advirtió que si bien se igualó el promedio anual, durante los meses invernales y principios de la primavera no hay prácticamente precipitaciones, aunque puede llover entre 180 y 200 milímetros más entre octubre y diciembre. En cuanto a las temperaturas, a mediados de abril se registró una mínima de 3ºC, con aumento paulatino a partir de ese momento recordó el técnico, para quien las primeras heladas llegará hacia fines de mayo. Empezó la cosecha de soja muy lentamente en los primeros lotes, reportó Olivera: “Aunque el grano empieza a tener humedad comercial, la planta se mantiene verde. Los rindes están en los 3.000 kilos por hectárea de promedio y a pesar de la alta humedad ambiente, hay algo de mancha púrpura, pero sin mayores problemas de enfermedades fúngicas” (hongos).

El maíz, en tanto, evoluciona muy lentamente por las mismas condiciones climáticas. Los lotes tardíos están entre R3 y R6 con lenta evolución. Detectaron daños severos por cogollero y al haberse monitoreado y seguido atentamente el barrenador no fue significativo. Falta tiempo para el inicio de la cosecha.

El algodón también presenta una lenta maduración. Durante los últimos días se empezó a aplicar defoliante, con lo cual todavía no se inicia la cosecha. Las desmotadoras empiezan a trabajar a partir de la segunda semana de mayo: “Históricamente la cosecha comienza a partir del 20 ó 22 de abril. Esperan en general buenos rindes en promedio”. La superficie cultivada con maní en el norte puntano también crece cada año. En la primera semana de mayo empezaron con la arrancada de los primeros lotes, con algún atraso de pocos días respecto del año pasado: “No se esperan rindes importantes, porque luego del intenso calor de enero, le siguió un febrero y otoño muy húmedo pero con poco sol, lo cual afectó negativamente el logro de un buen desarrollo del cultivo”.

La papa gana presencia en los campos del norte, tanto en lotes con riego con pivote o por surco. Según Olivera, aunque la superficie es bastante menor a lo habitual, en general está en muy buen estado y al no esperar frío en forma inmediata se obtendrían buenos rindes. Las alfalfas muestran un gran desarrollo  ya que  las condiciones climáticas la favorecieron en general, aunque se dificultó un poco la henificación por la alta humedad: “Los lotes están muy bien y con buen potencial y condiciones para el desarrollo futuro”.