Maidana, la mirada del tigre

San Luis y el país se paralizaron el fin de semana con un hecho deportivo que tiene mucho que ver con la argentinidad, con nuestra manera de ser y nuestra cultura: la pelea del sábado entre Marcos “Chino” Maidana y Floyd Mayweather. Hay quienes dicen que Mayweather es el mejor del mundo, de toda la historia del boxeo. Llegó a ser campeón del mundo “peso por peso”, es decir que le ganó a todos en forma brillante, tiene récords y llegó invicto. Dicen que Mayweather tiene más importancia en el mundo de la publicidad que el propio Messi.
Así las cosas, boxeó el sábado con Maidana, a quien habíamos visto ganar el título, en una pelea con mucha guapeza, ante Adrien Broner. Le ganó en aquel entonces inesperadamente, similar al caso de Monzón, por quien pocos apostaban cuando peleó con Nino Benvenuti y salió campeón del mundo.
¿Qué diferencia hay entre Mayweather y Maidana? Maidana no tiene el estilo de Mayweather, su técnica, estilo bonito de boxeo, con una defensa espectacular, un estado físico impresionante, un bailoteo en el ring que lo hace parecer un bailarín y una pegada fulminante. El de Maidana parece un boxeo más callejero, tal vez más cerebral. Porque Maidana piensa mucho el plan de pelea y tiene la enorme diferencia a su favor que es la “mirada del tigre”, esa forma de expresarse, en el mundo del boxeo, que significa el ansia, la desesperación, la bronca por ganar. El boxeador tiene hambre, sed de victoria, aunque casi ligado al hambre real. Es representar que uno está abajo y quiere llegar y el otro está encumbrado en la cima y le cuesta mantenerse. La “mirada del tigre” en el boxeo importa muchísimo. Cuando un boxeador va a pelear con otro en situaciones difíciles para el más débil, se le pregunta: “¿Tenés la ‘mirada del tigre’?” Y si el boxeador contesta afirmativamente hay que darle la oportunidad, porque tiene ganas de triunfar.
Creo que ésta es la enorme diferencia en favor de Maidana, pese a que Floyd Mayweather tiene una enorme diferencia en lo técnico, en su historial. Si la diferencia era de 55 a 45 a favor de Floyd Mayweather sobre el ring, la “mirada del tigre” era al revés, estaba a favor de Maidana.
Decían que Maidana iba a durar pocos rounds y que si la pelea se prolongaba sería en desventaja. Pero eso no pasó, hablaron de gusto. Al contrario, Maidana a medida que pasaban los rounds guapeó todo el tiempo, en todos mantuvo la iniciativa. Y en aquellos en que no tuvo la iniciativa fueron los rounds clásicos, cuando el boxeador cambia el aire, es decir entre el octavo y el noveno. Pero la técnica del otro se impuso, que fueron aquellos rounds que más le costaron a Maidana.
Los periodistas argentinos, cuando terminó la pelea, lo dieron ganador a Floyd Mayweather por varios puntos, pero se sorprendieron cuando el primer jurado dio un empate. No se puede por televisión ver exactamente dónde llegan los golpes y el daño que provocan. Al final de la pelea vimos las dos caritas. Fue impresionante ver a Maidana como si no hubiera recibido ningún golpe, mientras que la cara de Floyd Mayweather estaba bastante golpeada. Se veía en ellos una diferencia.
La gente, al finalizar la pelea, más allá de que la hinchada a favor de Mayweather era mayoritaria y la hinchada argentina era de tres o cuatro mil personas, aplaudieron muy poco el triunfo de norteamericano y el silbido fue casi generalizado. Y Mayweather lo sintió muchísimo, fue una verdadera frustración, porque en sus antecedentes, en su relación con el público, perdió la pelea. Porque el mejor de todos los tiempos fue vapuleado, tuvo que defenderse, no pudo imponer en ningún momento su plan de pelea y ni siquiera la iniciativa, porque el 80 por ciento la tuvo Maidana.
Fue una pelea histórica muy superior para la Argentina, en comparación con la pelea Bonavena versus Muhammad Ali. Y muy superior a la de Dempsey-Firpo. Si bien en las dos peleas guapearon los argentinos, perdieron la pelea claramente. Acá realmente Maidana peleó con el mejor del mundo de todos los tiempos, en esa categoría y fue una frustración la pelea de Mayweather.
Si la pelea hubiera sido en un lugar neutral, sin disputar el título, el empate estaba clavado o hubiera sido un punto más para Maidana. Pero claro, para ganar el título de campeón, en Estados Unidos, con todo el circo y los intereses alrededor, habría que noquearlo o ganarle muy claramente.