Le dictaron la falta de mérito a un acusado de golpear a su ex novia

Un juez de Villa Mercedes consideró que no había pruebas que sustentaran la imputación que pesaba sobre Saúl Sosa, un joven que fue detenido en Justo Daract después de que su ex novia lo acusara de haberle pegado, arrastrado de los cabellos y encerrado en un galpón abandonado tras hacer un disparo con un arma.
El juez Penal Nº 1 de Villa Mercedes, Alfredo Cuello, le dictó la falta de mérito por el delito por el que lo había llamado a indagatoria, privación ilegítima de la libertad, lo que le permitió al joven volver a su casa.
La denunciante, Estefanía Micaela Luján, le contó a los efectivos que había puesto punto final a la relación con Sosa porque éste la maltrataba.
Pero el martes 6 de mayo se encontraron en la calle, y el muchacho le pidió a la chica que hablaran. Ella accedió y fueron hasta la Plaza del Sembrador. Cuando advirtió que las actitudes de su ex no habían cambiado, la chica decidió irse.
Relató que apenas había caminado unos metros cuando escuchó un tiro atrás de ella. Sosa había gatillado el arma que tenía en la mano. La joven dijo que corrió y que el denunciado la siguió, la alcanzó, la tomó del pelo y la llevó a un descampado del club Tracción San Martín, en donde hay un depósito abandonado. Aseguró que él le dio puñetazos y patadas; le explicó que no le gusta que lo ignore; ató la puerta con un alambre, para dejarla encerrada; y se fue.
Al parecer, el relato de la denunciante no fue lo suficientemente sólido como para despejar ciertas dudas sobre el curso del acontecimiento. Además, “ella dijo que estaba golpeada” y el médico que la examinó no habría certificado que tuviera lesiones, refirió una fuente.
El magistrado tuvo elementos para suponer que la denunciante fue voluntariamente hasta la tapera, “un lugar en el que solían encontrarse” cuando estaban juntos, confió.
Según el informante, el galpón “es una habitación precaria, en la que hay trastos viejos, y está a media cuadra de una avenida muy transitada. Tiene ventanas abiertas y la puerta no lograba cerrarse bien. El escenario no reunía los requisitos como para que la joven hubiera estado privada de la libertad”.
La sumatoria de esos indicios deslindó de sospechas a Sosa. El joven podría eventualmente ser investigado por el arma que al parecer portaba y usó para hacer el tiro.