Levingston: "No hay dudas que la firma la hizo otra persona, no Ponce"

Yo sigo una metodología que me permite arrojar una conclusión categórica, que determina que no hay dudas que la firma la hizo otra persona. No es la del intendente". Así de categórico fue el perito calígrafo nacional, Christian Gabriel Levingston, para defender el informe que le dio a la Presidencia del Concejo Deliberante de San Luis y reiterar que la rúbrica que figura en un decreto municipal es apócrifa.

"Acá no hay características visibles que muestren patologías adquiridas por el frío o el ánimo"

El joven profesional, hijo de un reconocido abogado penalista del fuero local, aclaró que "no hay ningún punto de coincidencia entre la firma tradicional de Ponce y la que figura en el decreto 1011". Y lo fundamentó en que para dar su  dictamen analizó "un montón" de actos administrativos suscriptos por el jefe comunal, entre los cuales estaba el cuestionado: el del veto de setiembre de 2013 a una ordenanza que le exigía a la Comuna extender la red cloacal a un barrio de la zona oeste de la ciudad.

"Los peritos tenemos en cuenta muchos elementos en la firma, tanto los intrínsecos que están dentro de ella y que la gente común no puede detectar y los extrínsecos, que son los que se pueden apreciar a simple vista. Yo me baso en la parte intrínseca, que es donde resaltan todas las características que indican que una firma es apócrifa y no se corresponde con la auténtica", describió en diálogo con El Diario.

Si bien dijo que nunca dos firmas de la misma persona son idénticas, aseguró que hay rasgos propios que se deben repetir y no aparecen en este caso.

"Si el señor estuviera parado,  sentado, a las apuradas, bajo la lluvia, con frío, etcétera, son otras características que habría en la firma. Son otro tipo de patologías que se pueden detallar. Pero acá no hay características visibles que muestren patologías congénitas adquiridas por el frío, por el calor, por buen o mal ánimo", desestimó uno de los argumentos que dio ante los medios el asesor letrado municipal, Ricardo André Bazla, para intentar minimizar la denuncia del Concejo que ya está en el Superior Tribunal de Justicia.

Levingston recordó que la firma siempre debe cumplir cuatro condiciones: "Es única, personal, irrepetible e irreproducible". Y anticipó que en el supuesto que Ponce le hubiera encargado a alguien que lo hiciera por él, habría incurrido en un hecho de igual gravedad. "Que te autoricen a firmar en su nombre no significa que sea la de él", ratificó.

Firma digital

Fiel a su formación académica, el joven perito se mostró más dispuesto a hablar de la forma tradicional de rubricar documentos que de la firma digital. "Es una forma de modernizarse, pero habría que interiorizarse más en este sistema y calculo que vamos a tener un problema más serio porque ahí hay que empezar con toda la parte tecnológica", vislumbró.