Se suicidó un sospechoso de embarazar a su nieta de 15 años

El hombre de 71 años decidió que no quería respirar más. Buscó una escalera, la ubicó en una continuación del comedor de su casa, en el barrio 208 Viviendas de San Luis, subió los escalones, asió un extremo de la soga de nylon a su cuello y el otro a una viga del techo de chapa. Cuando estuvo listo, descolgó los pies del peldaño, y su vida quedó suspendida de modo violento, sujeta sólo a la resistencia. Al anciano, la muerte le llegó el jueves 15, en la víspera de que la hija de su nieta de 15 años cumpliera su primer mes de vida. Hacía 24 días que un juez lo había indagado, como acusado de abusar de esa adolescente. Y en algunos días llegará a manos del mismo magistrado el resultado de una pericia de ADN, que podría demostrar que ese bebé podría ser su hijo-bisnieto, fruto y prueba irrefutable de ultrajes reiterados. 

Al anciano, la muerte le llegó el jueves 15, en la víspera de que la hija de su nieta de 15 años cumpliera su primer mes de vida.

El anciano –que estaba libre, y cuya identidad no será dada, para no revelar así la de la menor víctima de violación y su bebé– no dejó carta en la que explicitara por qué había decidió ahorcarse. Y aunque no asentó de puño y letra cuál era la carga, temor o insatisfacción existencial que lo agobiaba, los investigadores de la Policía y la Justicia suponen con firmeza que la razón está estrechamente ligada al resultado de esa prueba genética que estará lista en breve, encargada a Laboratorios Puntanos. La familia, en cambio, nada dijo sobre la causa del suicidio. Al menos para el afuera, mantuvo hermetismo. 
El comisario Julio Giménez,  jefe de la Comisaría 6ª, contó que, al parecer, hace unos días que el hombre vivía solo. Dijo que su esposa residía en lo de uno de los hijos. “El hombre aparentemente no recibía la visita permanente de familiares, aunque sus hijos lo llamaban por teléfono. De hecho, uno de ellos, preocupado porque no tenía noticias, se arrimó a la vivienda el jueves. Entró a lo de su padre por el fondo, a través de la casa de un vecino. Y lo encontró muerto”, resumió. 
El cuerpo estaba “en una especie de depósito, una continuación del comedor que rodea uno de los dormitorios. Hay un palo en el techo de chapa, allí había colgado la soga”, describió. En la propiedad no había desorden. Lo que observaron en la escena reafirma la teoría de que se quitó la vida. “Nosotros caratulamos el sumario ‘Averiguación causales de muerte’. Y una vez que las actuaciones lleguen al juzgado, establecerán si fue suicidio, aunque todo indica que eso fue lo que pasó. No hay elementos que nos den la pauta de que fue otro tipo de hecho”, refirió Giménez.  
Los profesionales del Sempro constataron que el hombre no respiraba, el corazón no le latía. Cuando llegaron, el cuerpo estaba frío. Por eso suponen que habría fallecido algunas horas antes, explicó el jefe policial. 
“Revisamos el lugar junto a los familiares, pero no hallamos nada, por ejemplo, algún escrito que hubiera dejado. No sabemos si en el celular quedó registrado algún mensaje que haya enviado antes de morir. El teléfono fue secuestrado y ensobrado para que sea analizado por los policías de la División Informática”, indicó. Por comentarios, la Policía sabe que el miércoles el anciano había llamado por teléfono a algunos allegados, quizás a modo de despedida. 
El secretario del Juzgado del Crimen Nº 2, Ariel Parrillis, informó ayer que el juez Jorge Sabaini Zapata ordenó la autopsia. El forense estableció que la muerte fue por una asfixia por ahorcamiento. A las 14, los funcionarios judiciales autorizaron que los restos fueran entregados a los parientes. 

Una prueba,  dos confirmaciones posibles
Coincidentemente, ése juzgado es el que investiga al hombre por el abuso. Las averiguaciones comenzaron en octubre de 2013, cuando la chica fue revisada por una ginecóloga, porque no menstruaba. La médica confirmó que estaba embarazada. 
Al ser interrogada, la jovencita confesó que su abuelo la golpeaba y sometía sexualmente desde que tenía 12 años, en ausencia de su abuela. Cuando declaró en la Cámara Gesell volvió a señalar a ese pariente como responsable de las reiteradas violaciones. 
Después del nacimiento de la beba de la chica abusada, la Justicia ordenó que le hicieran un hisopado a la criatura, para una prueba genética. 
El secretario Parrillis informó que en su momento se extrajeron todas las muestras biológicas  que deben ser cotejadas –la de la adolescente, de la beba, del abuelo– y que notificaron a todas las partes para que designaran peritos para presenciar la realización del estudio de ADN. “Lo último que se hizo fue notificar al imputado de esa pericia. La cédula llegó el miércoles 14 de mayo, aunque los resultados estarán en unos días”, contó el secretario. 
De establecerse que la bebé es hija del imputado, se constataría también que es autor de los ultrajes. “Pero la acción penal no continúa ante el fallecimiento de la persona. La muerte extingue la acción penal. Si el resultado da negativo, la causa continúa”, explicó.