Un médico policial constató lesiones en la madre y la hija

Al día siguiente de haber acusado a un abogado de golpearlas, un perito constató que madre e hija tenían marcas compatibles con las agresiones que habían asentado en la  Comisaría 1ª de San Luis. Un abogado, un jefe policial y Verónica Beatriz Rojo, una de las denunciantes, precisaron que el miércoles 7 mayo ambas fueron examinadas por Eduardo Espósito, médico policial. Él verificó que Rojo, de 35 años, y su mamá, Silvia Beatriz Sosa, de 54, tenían hematomas en distintas partes del cuerpo. Y estableció que en ambos casos, las lesiones califican como leves. 
El informe del profesional sirve para saber qué tipo de delito podrían imputarle  eventualmente a Alberto Guillermo Domeniconi, el abogado sindicado por la golpiza. Los penalistas Hugo Scarso y Esteban Sala representan a las denunciantes en la causa por las lesiones y amenazas, tal es la carátula de las actuaciones iniciadas por los efectivos de la Seccional 1ª. Sala confirmó anoche que ayer presentaron el escrito en el que piden el avocamiento del juez, es decir, le requirieron al magistrado que le solicite a la Policía que remita el sumario tal y como esté, para hacerse cargo de modo directo de la investigación. 
Una fuente de la fuerza precisó ayer que Rojo tenía “un traumatismo en el pómulo derecho, una equimosis –es decir, una lesión subcutánea o hematoma– en el brazo izquierdo, una equimosis en el muslo izquierdo, tiramiento de cabellos y un trauma en un dedo de la mano derecha (no está precisado en cuál)”, enumeró. 
“La equimosis –abundó– puede ser por un apretón, una sujeción que hicieron sobre la persona”. Confirmó que también puede ser producto de un golpe con un objeto o una patada, por ejemplo. 
El médico policial observó que Silvia, la madre de Rojo, presentaba “una equimosis en ambas muñecas, bilateral –es decir, de ambos lados– y otra en una rodilla, aunque no especifica en cuál. Además, la señora refirió que sentía dolor facial bilateral”, contó. 
Estableció que las heridas de Rojo demandarán 20 días de recuperación, y fijó igual cantidad de días de inhabilitación para el trabajo. Y en el caso de Sosa, indicó que le exigirá 15 días. Por eso, las lesiones sufridas por ambas fueron calificadas como leves. 
Una contusión simple es “signo inequívoco de vitalidad”, es decir, que la persona estaba viva cuando recibió los golpes, explicó. Es, por ende, signo y producto de un proceso, ya que el hematoma, con el paso de los días, toma distinto tamaño y coloración por el trauma en la piel. En los casos constatados por Espósito, las equimosis eran de “tamaño variable, algunas de dos centímetros, otras de un centímetro”, dijo el informante.