Mucho más que un interesante seminario

Varias consignas quedaron muy claras el viernes en el Centro Cultural Puente Blanco. Pero en el cierre del Seminario sobre Adicciones y Narcotráfico, se deslizó una muy importante. Para atacar semejante flagelo hay que aceptarlo, hay que entenderlo, hay que explicarlo. Negarlo, es el peor camino que se puede emprender. El encuentro resultó por demás exitoso. La sala estaba repleta. Es para celebrar que tantos docentes, y tantos actores de la vida pública de San Luis acepten participar de encuentros de estas características. Es una cuestión que atañe a todos, que está profundamente relacionada con problemas muy serios, y muy lesivos para el tejido social. No es sólo un tema policial, de justicia o de seguridad. Es mucho más amplio y severo. Con este criterio, se plantearon diferentes módulos: Salud, Jurídico, Social e Internacional.
El encuentro fue riguroso en lo académico, conmovedor en lo social e impactante a la hora de conocer la realidad. Fue concluyente el representante de Colombia. “…Puedo ser crudo.
Pero he venido aquí a describir la realidad, no a tapar el sol con la mano…”. Entre los objetivos del encuentro, se mencionaba: “Propiciar un espacio para la actualización y la discusión de temas relacionados con el fenómeno del consumo de drogas y narcotráfico”. Éste y los otros mencionados, se alcanzaron plenamente. Es muy enriquecedor y valioso desde lo social escuchar a quienes participan de organizaciones importantes, que realizan un trabajo cotidiano sumamente valioso y contenedor. Quienes hace años luchan por prevenir, por difundir, por cooperar con aquéllos que tanto los necesitan. Organizaciones que son miembros de la “Red de Madres y Familiares de Víctimas de las Drogas”, y de la “Red de Madres contra el paco”.
El representante de Paraguay, y sobre todo el de Colombia expusieron miradas muy claras y muy experimentadas acerca del tema. La información dejó en evidencia lo difícil y lo significativo de la lucha desigual contra el narcotráfico. Se desnudó “el poder corruptor del dinero del narcotráfico”. El cierre estuvo a cargo de la visión política y concreta que expuso Adolfo Rodríguez Saá. Toda su experiencia y el espacio que ocupa actualmente en el Senado de la Nación, como presidente de la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Órganos y Actividades de Seguridad Interior, le permitieron definir con mucha sensatez cuestiones trascendentes: "El narcotráfico no puede participar en la vida política de la Argentina".
“Negar este problema es un error, debemos abordarlo y pensar estrategias a nivel nacional", “Tenemos que prevenir, enseñar cambios culturales”. "Hay que recuperar los valores, tenemos que ganar esta batalla con ellos: la familia, el patriotismo, el amor al prójimo, la solidaridad. Nuestro compromiso debe ser para que los niños no caigan en esto".
¿Tiene la Argentina las instituciones necesarias para combatirlo (al narcotráfico)? "Necesitamos una nueva institucionalidad, un fuerte control en prevención, y una inmensa campaña para un cambio cultural".
El auditorio mantuvo de un modo permanente la atención. Pareció comprender la importancia del tema. Supo separar bien dos fenómenos paralelos: adicciones y narcotráfico. Es muy útil conocer, capacitarse, tomar experiencia de quienes han padecido estos males. Sirve adquirir un lenguaje preciso. Es imprescindible llamar a las cosas por su nombre. Ni desconocer, ni magnificar. Adquirir conciencia cabal de la magnitud de las dificultades. Siempre vale rescatar y sostener esta clase de iniciativas. El futuro de San Luis sabrá agradecerlo. El futuro de la Argentina sabrá agradecerlo.