SAN LUIS - Viernes 17 de Mayo de 2024

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La madre de un testigo de un homicidio denunció amenazas

Por redacción
| 21 de abril de 2014
La mujer del imputado. La acusaron por intimidaciones. ella aseguró que su marido es inocente.

Una mujer denunció por amenazas a la mujer y otro allegado de Juan Villavicencio Payé, el joven detenido por el homicidio del jubilado Santos Videla, quien fue apuñalado y golpeado en su casa, en el barrio San Martín de San Luis. La denunciante dijo que las intimidaciones eran para su hijo, cuyo testimonio está en las actuaciones policiales y complica al arrestado.

 

La juez Gregoraschuk resolverá hoy la situación procesal de Villavicencio Payé.


La juez penal que investiga el asesinato, Carina Gregoraschuk, confirmó ayer que la Policía le informó de la denuncia, pero aclaró que el expediente por la amenaza se instruye aparte.

 


La magistrado debe resolver hoy la situación procesal del imputado, quien fue aprehendido por efectivos de la División Homicidios en uno de los tres allanamientos realizados la madrugada del jueves 10 de abril. La Policía aseveró que debajo de un colchón de su casa encontraron dos tarjetas de crédito de la víctima, una Visa y una MasterCard.

 


Mayra Saavedra, la mujer del arrestado, refirió que los investigadores “plantaron” en su domicilio las tarjetas de Videla. Y negó que su pareja sea conocida con el alias de “El Maire”, tal como identificaron varios testigos a uno de los dos jóvenes que, según los rumores que corrían en la zona oeste, habían matado a Videla. “‘El Maire’ es otro chico del barrio, que es terrible. A mi marido le dicen ‘Juan’ o ‘Juanito’”, aseguró.

 


El comisario Ramón Domínguez, jefe de la Comisaría 4ª, precisó ayer que la denuncia por amenazas fue hecha el lunes 14 de abril cerca de las 14 por una mujer de apellido Narváez, quien vive en Brasil al 1000.

 


La señora asentó que a las 12:30, aproximadamente, cuando estaba con una vecina en una esquina cerca de su domicilio, se le aproximó Mayra, a quien conoce como la mujer de “El Maire”, y "Coco". Según la Policía, “El Maire” es el apodo de Villavicencio Payé. Y “Coco” es Jorge Fernández Lehyton, quien en su momento estuvo sospechado por el homicidio del comisario Máximo Sosa. Los investigadores contaron que “Coco” Fernández Lehyton guarda cierto parentesco con Villavicencio Payé, pero no pudieron precisar cuál.

 


La denunciante refirió que la mujer de “El Maire” le enrostró que por el testimonio de su hijo, un joven de apellido Funes, “su marido se iba a ir ‘allá abajo’, en referencia al Servicio Penitenciario Provincial. Y le dijo que le iba a meter una contradenuncia por falso testimonio, para que su hijo también se fuera ‘allá abajo’”, contó Domínguez.

 


Según la presentación de Narváez, Saavedra “le dijo ‘te pensás que no puedo conseguir un expediente’, como haciéndole ver que tenía la posibilidad de acceder a material de ese tipo. Saavedra sacó de la moto en la que andaba la copia de un expediente y se la mostró. Allí figuraba el testimonio y la firma de su hijo. Hay circunstancias en las que puede resultar muy peligroso que una persona acceda a la copia de un documento donde están los nombres de los testigos de una causa”, consideró el comisario.

 


La mujer dijo que “Coco” le preguntó por su hijo, y que ella le contestó que no estaba. “Coco” lo insultó y prometió cobrárselas.

 


Guillermo Levingston y Alfredo García Garro, los abogados del imputado, le pidieron a la juez que llamara a declarar a los testigos del allanamiento.

 


“Solicitaron que citaran a un testigo más, una mujer que dijo que antes del procedimiento había limpiado toda la casa, había sacado el colchón afuera y no había visto nada”, resumió una fuente judicial.

 


Pero un testigo del allanamiento debilitó esa declaración que busca apuntalar la teoría de que la Policía “plantó” las tarjetas. Dijo que en la casa había suciedad y olor a rancio, como si no hubieran aseado de modo reciente.

 


La defensa también requirió que las dos tarjetas fueran sometidas a pericias para tomar huellas dactilares. “El juzgado mandó a pedir el informe para saber si en el allanamiento habían tenido la precaución de levantar esos rastros. Todavía no han contestado. El miércoles, un testigo del allanamiento declaró que el policía de la División Homicidios que movió el colchón sacó las tarjetas –que estaban en una bolsita– con guantes. Pero dijo que él y otro testigo las tocaron, para constatar que no eran de cartón o de otro material. Entonces esa prueba no se va a poder hacer”, explicó la fuente.

 


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