Lo detuvieron por amenazar a sus vecinos con un revólver

Los vecinos del barrio 123 Viviendas de San Luis estaban cansados de los constantes ataques y amenazas con arma de fuego que sufrían de parte de Jorge Luis López, un joven de 22 años, apodado "Chucky" que vive desde hace unos tres años en el vecindario de la zona noreste de la ciudad.

Los vecinos se niegan a dar información porque tienen miedo de ser víctimas de nuevos ataques.

Por eso decidieron hacer un petitorio y entregarlo en el Ministerio de Seguridad, para que tomaran alguna medida. Además, adjuntaron fotos, para acreditar que López andaba por la calle armado.

La Policía allanó una casa de la manzana 230 de ese barrio el sábado a las 9, pero no encontró al joven. Tampoco un arma. Pero sí halló una ballesta con cartuchera, de la que no tenía documentación de portación. Los efectivos la secuestraron. El operativo fue realizado por personal de la Comisaría 7ª, que contó con el apoyo del Comando Radioeléctrico y el Cuerpo de Operaciones de Alto Riesgo (COAR).

“En el procedimiento demoramos al propietario de la vivienda, Jorge Marín Sosa, para averiguarle los antecedentes. Antes de las 24 horas quedó en libertad”, informó el comisario Juan Carlos Leyes, jefe de la Comisaría 7ª.

López fue interceptado ese mismo día después del mediodía, cuando transitaba por las inmediaciones del domicilio donde vivía.

Lo requisaron: tenía un revólver calibre 22 con municiones. La Policía hizo una consulta al Registro Nacional de Armas (Renar), para saber si el imputado estaba registrado como portador de armas. La respuesta fue negativa.

López quedó detenido en la Comisaría 7ª, a disposición del juez Contravencional y Correccional Nº 1, Marcelo Bustamante Marone.

“El acusado está imputado por portación y tenencia ilegal de arma”, indicó el comisario. “Hoy (por ayer) le elevamos el sumario y lo indagarían mañana (por hoy)”, agregó.

López fue señalado en una oportunidad como autor de un robo en el barrio. Lo detuvieron, pero luego la jueza que llevó el caso lo dejó libre porque la Policía no reunió los elementos necesarios para adjudicarle el ilícito.

“Ese sumario fue entregado con escasas pruebas porque ninguno de los vecinos quiso declarar como testigo”, justificó Leyes. “Tenían miedo de que el sospechoso tomara represalias”, explicó.