El río El Volcán recibe efluentes porque no funciona una planta

El Volcán está afrontando un grave problema de contaminación que tiene preocupados por igual a la Municipalidad y al Gobierno. El foco se ubica en el barrio Eva Perón, un complejo de 24 viviendas sociales que está camino al monolito que divide a la localidad de Estancia Grande. En ese núcleo habitacional, uno de los dos que tiene cloacas en todo el pueblo, no funciona la planta de tratamiento de efluentes que se construyó junto con las casas en 2001. Eso provoca que todo lo que sale de las cañerías de las viviendas vaya a parar directamente al río.

Medio Ambiente intimó a la Municipalidad, que fue en busca de ayuda al Ministerio de Gobierno.

Las últimas mediciones que partieron desde el dique La Estrechura arrojaron resultados alarmantes, que se van agravando a medida que el río sigue su curso rumbo a Cuatro Esquinas. Ya a la altura de El Badén es aconsejable no bañarse y mucho menos en La Hoya, el principal atractivo turístico de la villa serrana.

Carlos Iasigli, Coordinador de Gestión Municipal, asegura que “cuando construyeron la planta colocaron motores de aireación más chicos que los que debían ir, entonces terminaron por romperse por falta de potencia. Esto hizo que el recolectado de cloacas no pudiera ser tratado y aireado a través del sistema de cañaverales que fue creciendo al lado”.

Hoy las cañas superan los tres metros de altura y el olor es insoportable. El Diario estuvo en la planta, ubicada junto a la entrada al barrio, y comprobó que necesita una intervención urgente. La cámara séptica, a la que se accede a través de un alambrado roto y luego de pedirle permiso a un vecino porque hay que pasar por su terreno, está desbordada. Las tapas de hierro de las cañerías tienen óxido y hay dos cubículos metálicos en desuso. En un extremo está el gabinete de cemento que alguna vez contuvo los aireadores y en el que hoy sólo quedan unas llaves térmicas abandonadas.

Jorge García es un ingeniero que trabaja para la Municipalidad de El Volcán y quien se encargó de elaborar un proyecto para que la planta vuelva a funcionar. “Hay que adaptar un sistema de barros activados, porque el humedal, así como está, no sirve. Y en cuanto a la cámara, es necesario desarmar todo, limpiar, desinfectar y hacerla de nuevo. Claro, primero hay que conseguir un lugar donde verter los efluentes acumulados. Hoy se necesitarían 20 cisternas de 20 mil litros, porque tiene tres metros de profundidad”, cuenta. El ingeniero no quiere opinar de temas ambientales, pero deja entrever que los cañaverales no son los más indicados porque en San Luis hay mucha amplitud térmica y eso derrumba los parámetros que puedan tomar en el humedal.

También existe un problema habitacional. En algunas casas construyeron un departamento de alquiler al fondo, en otra incluso se ven unos bungalows de madera en una especie de losa agregada. Son locaciones para turistas, que llegan en masa en la temporada estival, duplicando el número de habitantes del barrio, lo que ayuda al desborde cloacal. “En verano el olor es insoportable, sobre todo cuando sopla vientito del río por la tarde. Algunos vecinos tienen que tapar las rejillas con trapos, porque se les mete en las habitaciones”, cuenta José Ríos, quien vive en el Eva Perón desde su creación. Él se considera un privilegiado “porque mi casa está en el sector norte, donde la calle está más alta, los del sur sufren más porque el agua de cloaca les vuelve y los desborda”.

Como la Municipalidad asegura no tener el dinero para arreglar la planta y mucho menos para hacer una nueva, recurrió al Gobierno provincial. Hace 20 días había recibido una intimación del Ministerio de Medio Ambiente para solucionar la contaminación y la semana pasada el intendente Marcelo Mocdese se reunió con Eduardo D’Onofrio, ministro de Gobierno y encargado de las relaciones con los municipios. “No hablamos de un costo definitivo porque hay que hacer estudios previos, me comprometí a articular un proyecto con el ministro de Hacienda, a ver si puede arbitrar los fondos para la obra”, contó D’Onofrio. En el Municipio sí arriesgaron una cifra, que rondaría el millón doscientos mil pesos para hacer una planta nueva.

Infraestructura Hídrica también fue involucrada en el tema porque urge una solución. “Nosotros podemos ofrecer un trabajo integral, no el arreglo de una planta de efluentes. Por eso propusimos primero terminar la obra de instalación de cloacas en todo El Volcán. La obra está paralizada hace años por problemas de interconexión con Juana Koslay, pero estamos trabajando para licitar la banda norte del pueblo este mismo año”, aseguró Hugo Guzmán Durán, el jefe del Programa.