Estamos bajo los efectos del fenómeno del “Niño", aunque es un “Niño” menor, porque dicen los especialistas que no será exactamente el “Niño”. Tuvo un anuncio importante la lluvia de setiembre que fue brava y de la que se salvaron los chicos en El Trapiche porque no les creció el río. En la ciudad fue tremenda porque fue imprevista la cantidad que llovió y hubo inundaciones hogareñas y algunos problemas, anegaciones en algunos barrios.
Ya hubo un aviso de la naturaleza y ahora hay que tomar las previsiones. Cada uno en su casa y a su vez el intendente en la casa de todos, que es la Comuna.
Los intendentes. Porque esta provincia tiene muchos intendentes, 64. Hay tres categorías, la primera es la intendencia que tiene Estatuto municipal, Carta Orgánica o Constitución, que tiene Concejo Deliberante, con una cantidad de habitantes superior a los 5 mil. Después están las intendencias que están cerca de los 5 mil habitantes y están a punto de tener su primer Concejo Deliberante. Y después los comisionados municipales que tienen una autonomía relativa porque lo crea o depende de la Gobernación, pero después toman alas y quieren largarse como algunos… Ésa sería la misión del Comisionado municipal: generar las condiciones para que se convierta en un municipio, empezar a construir el andamiaje jurídico, orgánico y de infraestructura para que se convierta en una unidad de gobierno.
Los intendentes no asumen para saquear las arcas del Estado o nombrar amigos, asumen para el bien común, como los gobiernos provinciales, o el gobierno nacional. Esto está un poco deformado. Y ése es el costo que pagamos todos, porque la degradación institucional se termina pagando y muy mal. Terminamos mal siempre. Hay que alertar estas cosas, proponer modificaciones y votar bien.
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