"Colorados 4x4", adaptados a las zonas rústicas del país

Provincias como San Luis, La Pampa, Mendoza, San Juan, Catamarca, La Rioja y Córdoba, se caracterizan por tener amplitud térmica, y suelos áridos y duros.  Según explica Flavio Perlo, un productor de la raza angus colorado, son condiciones difíciles a las que se tienen que adaptar los toritos que por estos días y hasta diciembre, pastorean en el establecimiento La Luisa, en Naschel.

Bajo la afirmación: “Colorados 4x4 que están adaptados a todas las zonas rústicas”, la cabaña Bajo Fértil trabaja animales con genética L’Arachide. “Tenemos un rodeo de cría de puro controlado en La Pampa, el pedigrí está en Córdoba y en Naschel se realiza la etapa de recría, donde damos la verdadera rusticidad a nuestros animales para que se adapten a la zonas duras del oeste argentino”, explica Perlo, mientras se acercaban lentamente un grupo de toritos que comían pasto y tenían los ojos atentos a cada movimiento cercano.

En total, había en el campo unos 140 animales de entre 15 y 17 meses, que actualmente se desarrollan con pasturas naturales. “Todos nuestros animales de venta pasan por el mismo proceso: se quedan en este establecimiento, para adquirir la rusticidad que les brinda el duraznillo, el romerillo, el zunchillo y el miomio que abundan en el monte. Cuando los animales pastorean, los que sobreviven adquieren el verdadero conocimiento. Este es un ensayo a campo, es una prueba natural, después cuando vayan a las zonas de destino, que seguramente es el este argentino, toleren mucho mejor las condiciones en las que vivirán”, dice el productor cordobés.

“A través de este método tenemos un bajísimo índice de mortandad. Al hacer que los toros conozcan y se alimenten de esas pasturas, convivan con el ambiente, hace que algunos sobrevivan y otros no. El porcentaje de pérdida es de un 2%. Este proceso es el mismo que hicimos con las terneras o vaquillonas que se van a inseminar este año, que actualmente tienen un año”, explica Perlo, y asegura que “en las zonas duras, en las que los animales se trabajan a campo, se preñan y se desarrollan, se quedan con esta preparación. Estamos a 950 metros sobre el nivel del mar, y este año, que es totalmente atípico, tuvimos alrededor de 117 heladas, según el Centro Ganadero de Naschel, que rondaron por los -15°, entonces estos animales han pasado por todas esas condiciones y son fuertes, se adaptaron”.

Una vez que finalice esta etapa los toros partirán hacia Córdoba, justo en el momento en el que crece el sorgo forrajero, allí recibirán el toque final para que empiecen a comercializarse  en los remates de mayo de 2023.

“A todos los toros de nuestra genética, una vez que se van, se les mide la circunferencia escrotal y aquellos que tienen menos de 32 centímetros se los descarta, se producen con destino a carne. Después se hace otra selección a los 20 meses donde se estudia la calidad seminal y la capacidad de servicio y todos aquellos toritos que no cumplen con esa capacidad también son descartados”, afirma, y añade que “hay algunos animales que tienen defectos en los genitales, pero que no se ven a simple vista, entonces a través de los análisis se pueden apreciar. Por eso todos los productos que vendemos tienen esa garantía, que son toros que van a preñar bien y en lugares con monte y en campos extensivos, se pueden usar entre un 2 y un 3%, es decir cada 100 vacas, dos o tres toros ya que los porcentajes de preñez son más que aceptables”.

Otro aspecto importante en el que el productor de la cabaña Bajo Fértil hace hincapié es que “todas las líneas que usamos son de habilidad materna y de una rápida curva de crecimiento, entonces quien los compre, que generalmente son criadores, en esta zona es más difícil hacer el ciclo completo, se verá beneficiado. No es lo mismo destetar un ternero a campo a pasto y leche, con 180 kilos; que destetar un ternero con 230 kilos a los cinco meses”, especifica Perlo. Además, asegura que este aspecto redunda en una utilidad muy importante para el productor, “por ahí solemos decir que nuestros toros no son los más lindos a la vista, pero sí aseguramos que son productivos y son altamente rentables”.

Las madres de los pequeños colorados también son de selección fuerte. “Hace unos años ya que estamos usando nuestros propios toros, nuestro núcleo genético está en General Cabrera, en Córdoba. Allí tenemos 150 madres de pedigrí y de ahí sacamos los toros para usar en rodeos de La Pampa, de donde salen estos animales que vienen a San Luis y así continúa el ciclo”, explica Flavio, y aclara que todas las líneas genéticas que trabaja la cabaña de angus colorado están  pensadas para este tipo de zonas áridas.

“Nuestros principales clientes tienen las mismas características que tenemos nosotros mismos, si nos funcionan a nosotros en estos lugares, seguramente están funcionando o van a funcionar muy bien para cualquiera que también trabaje en zonas duras”.

Un poco de los inicios

“En los orígenes de la cabaña trabajábamos con aberdeen angus colorado, por nuestro origen, teníamos un campo en la zona de La Botija, al norte de San Luis, y notábamos que traíamos a nuestros toros de Buenos Aires y no aguantaban. Entonces un día le propuse a mi viejo que empezáramos a producirlos nosotros, necesitábamos algo que dure más que un año o dos”, cuenta el productor, y sigue: “Fuimos buscando razas, probamos con hereford, con braford, brangus, shorton y hasta angus negro”.

El que busca encuentra y los Perlo encontraron en el ganado colorado dos condiciones muy importantes.

La primera tiene que ver con la resistencia que posee la raza ante los cambios climáticos. “Son mucho más adaptables al frío y al calor que el negro y se pelecha mucho más rápido. Como segundo punto interesante descubrimos que la habilidad materna es bastante superior, porque las madres con menos cantidad de pasto producen más leche”, expresa el productor.

La tarde en el establecimiento La Luisa es calurosa, sopla mucho viento, pero la amabilidad por dar la nota a la revista El Campo estuvo primero que nada.

Perlo indica que no está cerrado a seguir explorando las razas bovinas, “más adelante probaremos, a lo mejor con otra línea nueva, pero lo que estamos haciendo sabemos que funciona  para esta zona, es la raza que mejor se adapta a todas lasvariables con las que tiene que lidiar un productor y funciona”, afirma con seguridad.

El manejo que realiza Perlo consiste  en acercarse a los animales a pie, “no trabajamos con caballos, ni perros. Además el colorado se caracteriza por la mansedumbre también, y en todos los campos en Córdoba y en La Pampa, hacemos lo mismo: los animales pastorean tranquilos y tratamos que nada los altere”, asevera.

Pero no todo es color de rosa en la vida de los colorados, uno de los problemas más graves que tiene que afrontar el hincha de los angus colorados son los cazadores furtivos, “tanto en La Pampa como en San Luis,  por ahí se mete gente que anda con perros y hacen bastante lío”, cuenta.

En el predio, hasta diciembre, Perlo trabajará con los 140 toritos, que saldrán a la venta recién en mayo del año que viene. “Todos fueron seleccionados entre los planteles de La Pampa y San Luis, apenas nacen se pesan y todo lo que es mayor a 35 kilos se descarta, porque no va a servir para convertirse en toro. Nuestro fuerte es hacer hincapié en que la facilidad de parto es una de nuestras principales fortalezas. En la actualidad el recurso humano es cada vez más escaso y este aspecto hace que nos focalicemos en esta área”, explica Perlo, que tiene mucha experiencia en el sector.

“Este año sacamos dos primeros puestos en la Expo Rural de San Luis; en San Justo, en Jesús María y en Río Cuarto; en todas recibimos premios, pero los grandes campeones que tenemos en nuestro haber son madres, porque nuestra genética está focalizada en hacer buenas madres”, concluye satisfecho.