26°SAN LUIS - Jueves 18 de Abril de 2024

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El sonido invisible

El productor, compositor y mixer está detrás de temas como "Colocao", de Nicki Nicole, "Maléfica", de Cazzu y María Becerra, y "Tu encanto", de conociendo Rusia y Fito Páez. Para el creador musical lo más importante, y lo que lo hace versátil, es no dejar sus rastros en las melodías. 

Por Astrid Moreno
| 22 de agosto de 2022

A diferencia del Rey Midas, pero con un don similar, Nicolás Cotton no convierte todo lo que toca en oro, sino que aquello que sintetiza, musicaliza y produce lo hace hit. 

 

Nico es un productor e ingeniero musical de Buenos Aires que está detrás de los beats y melodías de muchos de los temas urbanos, y ahora folclóricos, del país que suenan en todos lados. Reivindicador del autotune, muy utilizado en su trabajo, para el músico, quien empezó tocando la batería, no dejar sus rastros en las canciones de otros es lo mejor que puede hacer.

 

El martes se entregarán los Premios Gardel a la música argentina y el productor tiene 17 nominaciones; entre ellas Ingeniería de Grabación, por “El disko” de Ca7riel; Productor del Año por “La Dirección”, el álbum de Conociendo Rusia; y por estar en el detrás de escena de melodías de artistas como Juan Ingaramo, Nicki Nicole, Cazzu y Wos.

 

—¿Cómo te enteraste de las 17 nominaciones a los Premios Gardel?
—Me lo dijo un amigo. Algunas son como productor y otras como ingeniero de mezcla.  Pero son todos proyectos en los que tuve la suerte de ser parte; así que es muy divertido. 

 

—¿Cuál es tu mayor candidata?
—Más que candidata a ganar, la de productor es la que me parece más personal y más me entusiasma, en mi caso, con Conociendo Rusia me encantó hacerlo, fue muy divertido.

 

—¿Quién pensás que se puede llevar el Gardel de Oro?
—No sé, la verdad que lo lindo de los premios, más que pensar en ganar y estar nominado, es ir a compartir una experiencia con un montón de artistas, colegas, músicos y productores, que premian al experto, a la música; y que, sobre todo, es como una ayudita y un incentivo. Es algo que está bueno como una cosita ahí, un chupetín para seguir creciendo y compartiendo, creo que lo tomo como eso. Es una premiación en donde podemos juntarnos todos a festejar y celebrar que estamos trabajando de lo que nos gusta.

 

—¿Qué te dispara para empezar a trabajar con un artista?
—Varía mucho de la colaboración, en general me tiene que entusiasmar, tiene que haber algo en lo que yo me sienta cómodo para poder proyectar y hacer crecer el proyecto. Es 100 por ciento eso, cuando siento que tengo algo para decir y para sumar tomo el trabajo y cuando siento que no, prefiero no agarrar o ser parte. Pero me gusta mucho aportar y plasmar la visión del artista, tenerla como norte.

 

—¿Hay alguna canción que empezó con un horizonte y después terminó siendo completamente distinta? 
—Sí, hay muchas. La que se me viene a la cabeza es una que se llama "Monoambiente en capital" de Zoe Gotusso. Originalmente era más una balada con la guitarra y ahí fue en donde me dio la libertad de hacer una especie de híbrido de pop medio raro que nació en su momento. También hay unas cuestiones de Conociendo Rusia en las que, de repente, las canciones empezaban de una forma y terminaron siendo de otras; siempre desde el lado de la experimentación, componer y probar ciertas cosas. 

 

—Con temas de la talla de “Colocao”, de Nicki Nicole, ¿llegás a dimensionar que va a ser un hit antes de lanzarlo?
—La verdad que no, sí hay algo de pensar "este tema está realmente bueno". Cuando mezclé la canción pensaba que me gustaba mucho y que tenía buenos elementos, pero la dejé al destino. Creo que es más decisión de la gente justamente, del momento, a veces hay canciones que no pintan por determinada cosa, no daban para eso o era justo una canción que nadie pensaba que la iba a pegar y lo termina haciendo porque de casualidad había un hueco en la música y llegó a un montón de personas. Entonces, es muy aleatorio lo del hit, sí te das cuenta cuando una canción está buena y esa decisión es más unánime, la de decir "sí, a todos nos gusta". Después uno no sabe lo que va a pasar de ahí; para que la rompa tiene que haber un montón de variables que se alineen. 

 

 

 

 

—¿Quién toma la decisión final cuando no concuerdan en algún arreglo?
—Por lo general, yo como productor, valoro mucho la esencia del arte, le doy mucha prioridad a lo que dice el artista y trato de entender, a veces sin intercambiar palabras. Mi trabajo es meterme en su mundo con el simple hecho de que cuando escuchen la producción terminada se escuche al artista y no al productor. Ese es mi desafío, por eso puedo producir a Conociendo Rusia, Soledad Pastorutti y a Cazzu, y todos van a sonar como distintos artistas. Yo como productor soy el nexo y puente entre ellos y al producto final trato de, a través de  diferentes técnicas, que el artista pueda terminar esa canción y que esté feliz con el resultado. Creo que ese es el desafío más grande. 

 

—Hablás de no dejar las huellas del productor, ¿qué opinás, entonces, de Bizarrap?
—Es otro tipo de productor, me parece un genio y lo admiro totalmente, pero somos muy distintos a la hora de producir. Él se centra más en su música y yo en los artistas, quizá él es más artista que productor y a mí me pasa al revés. Pero me encanta su forma de producir y su ideología, no me parece que está mal, sino que al contrario, está bueno y ofrece más diversidad. Bizarrap me parece súper talentoso. 

 

—¿Alguna vez te planteaste estar frente a la escena? 
—Cuando empecé de muy chiquito fue en el rol de baterista, tuve mis proyectos y bandas, pero con el tiempo me fue llevando a desarrollarme como productor y ahora estoy en este momento, quizá en otro haga mi propio disco como productor. Nunca se sabe, es un constante movimiento, y ahora estoy tratando de divertirme, cuando eso deje de suceder seguro me vuelque a otra cosa.

 

—"Parte de mí" es una balada que quizá no se esperaba de Nicki Nicole, ¿en qué momento se decide entrar a otros géneros?
—En ese caso particular yo no produje la canción, sino que la mezclé, es otro mundo totalmente, es como que está terminada y lo que yo hago es realzar los sonidos, que todo suene mejor, que emocione más. Por ejemplo, si hay unos violines en una parte que se escuchan perfecto como para que sobresalga la canción. Es otro tipo de trabajo, está muy pensado a la perfección. Pero con "Parte de mí" lo que se logró fue eso, emocionar y que si bien es una canción lenta que no pierda fuerza.

 

—¿Cómo nació el proyecto de hacer la composición de la serie de Netflix "El Reino"?
—Fue muy divertido, nunca lo había hecho. Cuando me llamaron, al principio no les creía, pensé que se habían confundido de persona y pensé que habían querido contactar a otro Nico, esa fue mi sensación. Después, realmente me di cuenta de que me habían llamado a mí y que buscaban un sonido distinto y nuevo, de alguien que venga de otro palo. Ahí me metí en un mundo nuevo, el de componer para una serie, fue un flash. Porque era ver las imágenes, lo que quería el director plasmar y había mucha música para poner. Es muy distinto a cuando componés para un artista pop popular. De alguna manera fue un desafío, pero me gusta eso, como por ejemplo trabajar con alguien como Cazzu o La Sole que son completamente opuestas y cada una me genera un componente distinto. Lo mismo me pasó con hacer la serie: fue un desafío completamente diferente.

 

 

"Mi trabajo es meterme en el mundo del artista para que cuando esté la producción terminada lo escuchen a él y no al productor"

 

 

—¿Cómo fue el trabajo con Marcelo Piñeyro, el director?
—Me pasaban primero el guion, leí ahí todo para entender la historia. Después de eso, tuve un ida y vuelta con Marcelo donde le mandaba arreglitos musicales que me surgían a partir de la inspiración de lo que leí. Y ahí hubo un ida y vuelta, de decir "quiero algo más estruendoso o más oscuro", hasta que encontramos el leitmotiv, que es lo que identifica a la música de la serie que suena en todos los capítulos y en base a eso creamos todo un universo musical arraigado a ese concepto, donde cada escena tenía su música y en cada una yo le decía: "Mirá, si quieren enfatizar este diálogo, debemos usar tal melodía". Y en base a eso trabajamos. 

 

—¿Y la elección de Cazzu? 
—Nos habíamos juntado en el estudio mientras yo estaba haciendo la música de la serie, y mientras probaba algunas cosas estábamos haciendo la canción, pero nunca la pensamos para la serie. Me empezó a gustar cada vez más y ahí fue cuando me dije que esa canción podía servir para "El Reino". Se las presenté, les encantó y ahí le empecé a decir a Juli que tenía esa canción, que la querían usar para la serie y por suerte le re copó la idea y terminó siendo re elogiada. 

 

 

 

 

—¿Algún proyecto en el que estés trabajando actualmente?
—Estamos haciendo varios temas con La Sole. Trabajamos en un disco que es puramente de folclore, entonces estoy entusiasmado porque es un estilo en el que siento que todavía hay mucho para plasmar acá en la Argentina y de nuestra música, que está empezando a influirme y enamorarme. Estamos muy contentos con lo que está sucediendo.

 

—Se dijo que Soledad estaba pensando en retirarse...
—No... yo creo que no. Me parece que eso fue algo que se malinterpretó y que La Sole tiene mucho más para dar. Yo la veo como recién empezando, creo que este disco va a estar muy interesante y muy rico musicalmente. Ella está muy contenta. Va a estar bueno. 

 

—Últimamente hizo colaboraciones que se corren del folclore ¿algo parecido sucederá en este disco? 
—La realidad es que no, le propuse hacer un disco muy folclórico y ligado a sus raíces. Tratar de no mezclar, eso fue algo consensual, y que sea de esa música. No hacer algo pop, sino que hacer algo de folclore y de calidad. Así que mientras tanto ella sí sacó temas más pop, pero en este concepto quisimos que sea algo puntual, que haya una alineación en la que esté todo englobado.

 

—¿Qué pensás que sucedió en los últimos años con el género urbano, que reflotó a nivel internacional incluso?
—El género y sus artistas están justamente en un boom. Duki va a hacer cuatro estadios Vélez, es una locura, o artistas como Wos que agotan estadios en dos horas, estamos viviendo un momentazo en la música nacional y hay que celebrarlo. Por ejemplo, Conociendo Rusia va a hacer un Movistar Arena que son 15 mil personas. Hay muchas ganas también de ver conciertos, de consumir música y me parece que estamos en un gran momento y hay que festejarlo. 

 

—¿Cómo es el uso del autotune en este tipo de géneros?
—Es muy criticado, pero cada vez menos porque la gente entiende que es parte de un sonido. El claro ejemplo es la guitarra eléctrica, si vos le sacas la distorsión suena distinto. No es lo mismo tocar AC/DC sin ella, no va a sonar igual. Lo mismo pasa con la voz: si le pones un efecto, cambia y no tiene que ver con que el cantante no sepa cantar, sino que es algo para ciertos estilos, como para el rock es la explosión para el trap va a ser el autotune, porque no vas a tener la misma proyección. No pasa por cantar bien o mal; son efectos que suman a la canción. 

 

—A María Becerra se la criticó mucho por el manejo de la voz en vivo o el uso del autotune, ¿qué tanto se le puede exigir a un artista nuevo?
—Se le puede exigir un montón, pero también hay mucho odio. En las redes sociales es muy fácil bardear a alguien y quizá también se pone demasiado el foco en las críticas. En el caso de María, he trabajado con ella y se canta todo, es una gran cantante, obviamente al tener 20 años, que le está yendo bárbaro, tiene mucho más recorrido para hacer y explorar. Pero por algo está donde está. Está bueno ser respetuoso, porque además hay gustos para todos,  musicalmente hablando. Algo tiene el artista, que sí quizá hay por mejorar cosas, pero no es algo negativo, sino al contrario, significa que tiene mucho más para crecer y está bueno acompañarla en eso. 

 

—¿Te pasó de trabajar un sonido o una pieza y pensar que eso lo tiene que hacer determinado artista? 
—Sí, me ha pasado y también hay canciones que tenía guardadas y se las ofrecí a algunos artistas y las pudimos hacer. Por ejemplo con "Lengua universal", de Juan Ingaramo. Yo ya la tenía grabada, se la mostré, le encantó, le cambiamos la letra y terminó quedando en su disco. Así me pasó con varios artistas: de tener cosas guardadas, canciones terminadas o incompletas y después hacerlas y terminarla.

 

 

 

 

—¿Cómo es desprenderte de tus creaciones? 
—La realidad es que si hacés una canción, la compusiste y una letra que habla de algo que te pasa a vos quizá otro artista no se ve reflejado con eso y pide cambiar la letra; obviamente que está en uno decidir si me la quiero guardar o quiero que la cante otro y llegar a un diálogo. Eso es compartir música y me parece que está bueno, uno va aprendiendo que a las cosas hay que soltarlas y cuando las comparte se mejoran. Estar abierto a eso es mejor, entonces cuando trabajo una canción siempre está bueno sumar. Pero si algo no me gusta probamos otra cosa, siempre con la intención de que quede algo bueno, interesante y eso pesa más que la decisión de guardármelo. Obviamente hay canciones que no se las ofrecería a determinado artista por cuestiones de estilo, pero siempre está bueno compartir y el resultado es más positivo.
 

 

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